Prácticamente todo el planeta está paralizado por la pandemia del COVID-19. Las dimensiones del golpe a la salud global, y el que se avecina para la economía, se antojan incalculables y el mundo del deporte no escapará a esta crisis. Apenas quedan ligas de fútbol disputándose, la temporada ciclista se canceló hace ya unas semanas e incluso el imperio de la NBA ha bajado la persiana. Todo está en bloqueado y la incertidumbre es lo único que se divisa en el horizonte. O más bien casi todo. Porque, una vez más, la NFL se las ha arreglado para seguir moviendo cantidades multimillonarias y revelarse inmune al coronavirus.
El buen hacer de la liga de fútbol americano les permite ser una máquina diaria de generar noticias pese a que la competición dura poco más de cinco meses (de septiembre a principios de febrero). Más allá de los partidos, el seguimiento de todo lo que se conoce en Estados Unidos como offseason es masivo y ciertos eventos como el Draft rivalizan en audiencia con encuentros de la propia NFL o los playoff de la NBA. Y salen vencendores. Si a esto unimos el componente de azar necesario para que el virus tardase lo justo en llegar a occidente… premio gordo.
El convenio colectivo y los derechos audiovisuales
Para la NFL, la nueva temporada comienza este miércoles 18 de marzo, pero el gran triunfo se produjo ya el pasado domingo. Los propietarios y el sindicato de jugadores llegaron a un acuerdo para firmar el nuevo convenio colectivo que asegura ‘paz’ para la próxima década, evitando el temido ‘lock out’ o cierre patronal que tanto daño ha hecho a otras ligas americanas.
Este paso era clave porque a la vuelta de la esquina está la próxima negociación por los derechos audiovisuales. Significa poder sentarse a la mesa para subastar el producto garantizando la competición por 10 años, justo cuando plataformas como Amazon o Twitter amenazan con subir la ya cuantiosa puja de las televisiones convencionales. Más ingresos, más dinero para las franquicias, aumento del tope salarial.. Gasolina para el motor que permite que todo siga girando: el inicio de la agencia libre.
Se abre el mercado y Messi anuncia que deja el Barça
El inicio del mercado NFL, que ya de por sí genera cada año, durante dos semanas, ríos de tinta (clásica y digital) e innumerables horas de televisión y radio, se convertirá en 2020 en la tormenta perfecta. La ausencia de competiciones que deberían estarse jugando ahora mismo como la NBA o la NHL le resta competencia, pero a eso hay que sumarle un factor determinante e histórico.
Imaginen que en unos días se abre el mercado del fútbol en Europa y Messi, que acaba contrato, anuncia que deja el Barça. Pues eso es lo que ha decidido hacer Tom Brady. Tras 20 años de carrera y seis anillos, el mejor quarterback de la historia ha confirmado lo que todo el mundo llevaba evitando creerse desde hace meses: a sus 43 años, la próxima temporada jugará por primera vez en una franquicia distinta a la de Boston.
El lunes por la tarde comenzó el periodo de tampering legal, en el que se puede contactar con los agentes libres antes de que abra el mercado. Y ahí empezó a quedar claro que no sólo la liga cuida cada detalle a la hora de generar información, sino que los propios jugadores saben de qué va el negocio y participan del mismo como protagonistas. Según se ha sabido este martes, cuando el quarterback anunció que cambiaba de aires, la decisión ya estaba tomada desde ayer por parte del jugador, pero prefirió esperar a hacerlo público para no eclipsar los primeros grandes nombres del mercado, que siempre firman en el día inaugural.
#Dolphins spending spree big board:
Byron Jones: 5 years, $82.5M
Kyle Van Noy: 4 years, $51M
Shaq Lawson: 3 years, $30M
Ereck Flowers: 3 years, $30M
Emmanuel Ogbah: 2 years, $15MAlso: Miami has picks 5, 18, 26, 39 and 56 in the first two rounds of the 2020 draft.
— Ari Meirov (@MySportsUpdate) March 17, 2020
La estrategia seguirá hoy durante todo el día y, probablemente, el miércoles. En USA no se habla de otra cosa desde primera hora de la mañana y fuentes de la propia NFL ya se han encargado de filtrar que la decisión sobre su nuevo destino no se hará, como muy temprano, hasta la noche en América (madrugada de aquí). De todas formas, esa incertidumbre es sólo la punta del iceberg de decenas de operaciones que mueven y moverán, en los próximos días, miles de millones de dólares. Mientras, Estados Unidos y el resto del mundo está en cuarentena preguntándose qué será de sus vidas cuando todo esto termine.