No se puede entender la carrera de Álvaro Lemos sin las inoportunas lesiones que le han ido poniendo trabas una temporada tras otra. El canterano del Deportivo, en el que Fernando Vázquez tenía puestas grandes esperanzas en 2013, empezó ese verano un verdadero calvario de problemas físicos que a día de hoy no consigue dejar atrás. Desde aquella grave lesión de rodilla han pasado casi 7 años, y esta temporada 2019-2020 volverá a jugar mucho menos de lo que desearía después de que los servicios médicos de la UD Las Palmas le hayan diagnosticado una importante rotura en el recto anterior de la pierna izquierda. El tiempo estimado de baja es de seis semanas. O, lo que es lo mismo, sólo un milagro le permitiría volver a jugar en lo que queda de liga.
Como a otros muchos jugadores lesionados, el parón le había venido bien a Lemos para ponerse a punto. Había estado ya de baja desde octubre después de ser titular en el primer tramo de curso, pero se había incorporado al grupo y estaba listo para ayudar al conjunto que dirige Pepe Mel. Todo se truncó en el entrenamiento del lunes, cuando notó un pinchazo en el muslo que ya desde el inicio no tenía buena pinta.
Otra temporada a medias para Lemos
De confirmarse que Álvaro Lemos no puede volver a jugar esta temporada, serán ya cuatro de sus seis campañas como profesional (incluida la 14-15 en Segunda B con el Compos) en las que no ha podido superar los 1.000 minutos en Liga. Su mejor registro en cuanto a participación lo logró precisamente el año pasado ya como jugador amarillo. Disputó más de 3.000 minutos con un total de 38 encuentros en el único curso en el que ha podido superar la treintena de partidos.