El Deportivo de La Coruña busca reafirmarse. Tras acumular pleno de triunfos en Riazor con Óscar Cano, la escuadra blanquiazul debe dar un paso al frente a domicilio. Y tiene la oportunidad de hacerlo en el Nuevo Mirador ante un Algeciras CF descarado desde su talento, pero a la vez volcánico. Y, por ende, irregular. Porque el conjunto gaditano está compitiendo a muy buen nivel, como ya hizo el curso pasado. Pero no destaca por ser un equipo tremendamente fiable.
A esta tendencia irregular ayuda, por supuesto, su juventud. El cuadro algecireño maneja una media de edad de unos 25 años en su plantilla. Una cifra muy baja, que le permite ser un equipo sin complejos y con mucha ambición. Tanta que, a veces, cae en el descontrol. Es valiente, a costa de conceder en determinados momentos. Aunque la apuesta de Iván Ania y sus pupilos no se puede decir que sea, ni mucho menos, mala.
Porque con ese estilo irreverente, el equipo andaluz está siendo el que más volumen de ocasiones genera por encuentro. Siempre según Wyscout, el Algeciras promedia 1,60 goles esperados (xG) por encuentro. Y eso que no alcanza los 10 chuts por cada 90 minutos. Da igual. Su capacidad para fluir a nivel ofensivo gracias a un su buena dominio para acelerar las jugadas y percutir por fuera, le lleva a ser uno de los conjuntos con más toques en el área (16,5) gracias en parte a su elevado número de centros (17,5).

De este modo, los datos confirman las sensaciones que deja el equipo a nivel ofensivo. El Algeciras CF busca la portería contraria y la encuentra. Porque aunque inicia el juego buscando asociarse desde atrás, no opta por la paciencia. Quiere combinar, pero no se basa en el pase para generar. Es un equipo móvil y agresivo. Vertical. Y desde esa movilidad, genera ventajas. Tantas como para ser uno de los bloques con más gol del Grupo 1, pese a que su eficacia no está siendo alta (1,4 goles por partido).
Y si el bloque de Ania es un equipo impetuoso en ataque, no lo es menos en defensa. El equipo gaditano es el que menos PPDA (Pases Permitidos al rival por Acción Defensiva propia) acumula del Grupo 1. ¿Qué quiere decir esto? Que no temporiza. Busca robar. Y cuanto más arriba mejor.
Precisamente por eso es un equipo que se expone mucho, ya que sus rivales promedian 1,35 goles esperados por partido. De hecho, tan solo acumula dos porterías a cero. Una de ellas, contra el Talavera en un choque en el que se estrenó Juan Flere. El técnico le otorgó el puesto en la portería hace dos partidos en detrimento del prometedor Pol Tristán. Y en su debut, firmó una actuación estratosférica contra el Talavera (2-0).
El Algeciras CF y su columna vertebral
De este modo, el nuevo meta rompió la conexión de una columna vertebral en el pasillo central del Algeciras que era inquebrantable. No es casualidad que los dos centrales, los dos mediocentros y los dos delanteros más habituales sean de las pocas piezas del equipo que continúan con respecto al pasado curso. Sobre ellos se asienta una estructura habitual de 4-2-3-1 que este sábado perderá a su futbolista más desequilibrante: Álvaro Romero.
Más allá de la ausencia del menudo delantero, sí estará su habitual compañero en el ataque: Roni. El punta asturiano, al que Ania reclutó nada más fichar por el Algeciras al conocer ya, ha sido destacado por Óscar Cano como uno atacantes más peligrosos de la categoría. Por el momento solo acumula dos tantos, pero es cierto que el ex de Caudal de Mieres o UD Logroñés tiene buen dominio del juego aéreo, capacidad para ir al espacio y cierta sensibilidad para asociarse. Por detrás, está bien escoltado por el eterno capitán blanquirrojo Iván Turrillo y el dinámico Pepe Mena, que viene de marcar el gol de la jornada en el Romano José Fouto.
Mientras, en el eje central de la zaga, el veterano Jordi Figueras y el prometedor Nico Van Rijn conforman una pareja que se entiende y complementa muy bien. Uno zurdo y otro diestro, ambos tienen una gran capacidad para sacar el balón jugado desde atrás, lo que ayuda a que el Algeciras empiece iniciando sus ataques de manera muy ‘limpia’. El central de origen neerlandés suma, además, buenas capacidades físicas para ir al cruce. Algo que ya cuesta más a Figueras. Por ejemplo, el Mérida le encontró varias la espalda aprovechando la agresividad defensiva del equipo algecireño, que en ocasiones expone demasiado a su última línea.
Más allá de este consolidado pasillo central, el Algeciras suma también mucha amenaza por las bandas. Albarrán es un lateral derecho que encaja en esa línea alegre del equipo. Por la izquierda, Tomás Sánchez suma a su capacidad para incorporarse un gran golpeo. Por delante, las opciones se multiplican. Juanito Serrano, Mizzian, Elejalde o David Martín se reparten unas posiciones de extremo desde las que el Algeciras CF es capaz tanto de generar ventajas por dentro como de ser profundo. No podría ser de otra manera dentro de un equipo valiente, con un descaro volcánico que le merece la pena mantener.