Quizá por casualidad, quizá por estrategia, los jugadores del Fuenlabrada empiezan a hablar en público justo cuando la presión sobre el club madrileño aumenta por parte del juez de la RFEF. Juanma Marrero y Cristóbal Márquez atendieron la llamada de Cope y Ser para contar cómo están llevando el confinamiento y su postura sobre la situación, defendiéndose ellos y, en cierto modo, defendiendo también al Fuenlabrada.
Juanma lamentaba los ataques sufridos por los jugadores: «Todos hemos sido víctimas de un virus. Se nos ha atacado demasiado en vez de preguntar por nuestra salud. Ha sido bastante fuerte que se hable más de una competición que de nuestra salud con todo lo que ha pasado». Explicó además cómo fueron las horas previas al viaje: «El domingo repetimos el test de PCR y el médico nos comunica que ha habido unas alteraciones. El lunes, por precaución, deciden hacer otro test. Nos enteramos por la tarde y nos comunican que el partido ante el Deportivo no se puede disputar porque ponemos en riesgo al equipo contrario«.
El capitán del Fuenlabrada insiste en que los jugadores quieren disputar el partido: «Queremos una fecha para poder jugar. Es un derecho que nos hemos ganado. Tenemos un grupo de jugadores que ha luchado por pelear un sueño que tenemos. Es muy triste que me quiten el derecho a soñar. Enfocamos el malestar por la decisión que toma LaLiga. ¿Descenso? Si el protocolo tiene lagunas, no es culpa nuestra. Cualquier información que no sea el derecho a jugar nos parece un error. Hemos venido aquí a trabajar. No tienen ningún derecho a sancionarnos».
Cristóbal: «No me he sentido engañado, a no ser que se supieran estos positivos»
Cristóbal Márquez, otro jugador del Fuenlabrada, quiere confiar en el club: «Se hacen los PCR y se entrena después del Elche. El domingo otra vez nos hacen test y nos miramos entre nosotros extrañados. El club nos dice que ha habido una persona que da valores alterados y por precaución se queda en casa. Eso era lo que decía el protocolo. El lunes cuando vamos a montar en los autobuses nos dicen que hay más tests. Algo pasa, pensamos. Ahí nos dicen que hay tres miembros con resultados alterados. Yo no caí. Porque en la expedición vamos en dos autobuses, por un lado el cuerpo técnico y por otro los jugadores. En el hotel luego nos dimos cuenta de quién faltaba».
¿Se sienten engañados por el club? Cristóbal lo niega, con reservas: «El domingo vimos que no era normal tanto test. Pero sabíamos que detrás de nosotros hay una entidad y detrás de esta entidad, otra. Esto no es como una lesión que quieres a lo mejor camuflar para que no lo sepa el otro equipo. Pero esto en el momento que sale en el laboratorio un positivo, no hay manera de ocultarlo. No me he sentido engañado, a no ser que se supieran estos positivos. Como a mí me ha llegado, yo no me siento engañado. Cuando se hizo el protocolo, al principio cuando estábamos confinados estaba muy bien. Una vez que se abre la veda de terrazas, bares y reuniones familiares es más complicado seguir el protocolo».