La Peña Deportivista Berberecho de Noia celebró ayer sábado su 25º aniversario con un acto en la localidad coruñesa al que acudieron numerosos peñistas y aficionados. Dicho acto conmemorativo también contó con la presencia de distintos representantes de la entidad herculina como el consejero Martín Pita, Gelines Romero, directora del área social, así como exjugadores del Deportivo y el actual delantero blanquiazul Lucas Pérez.
En dicho acto Lucas atendió a las cámaras de la TVG allí presentes y aprovechó para matizar las declaraciones efectuadas días atrás por su representante, Rodrigo Fernández Lovelle, en lo referente a su decisión de regresar al Deportivo esta temporada, y que suscitaron cierta polémica. “Yo estoy muy contento de haber venido. Ahora mismo, en la situación que estamos, lógicamente nadie está satisfecho de cómo están yendo las cosas, pero yo siempre estaré contento de venir. Da igual que estemos arriba o estemos abajo, para mí es un placer vestir la camiseta del Deportivo cada fin de semana”, afirmó.
El último partido de Liga disputado en Riazor ante Las Palmas sacó a relucir el malestar de la afición con la trayectoria de su equipo y Lucas fue uno de los futbolistas objeto de las críticas vertidas por un sector de la grada. “Cuando la gente te pita a ti o pita a otro compañero es lógico que te duela, pero eso lo hacen porque están molestos por cómo están yendo las cosas y es la manera que tienen ellos de expresarlo”, apuntó el delantero, aunque reconoció entender ese descontento y en cierto modo incluso lo encuentra justificable. “Es normal porque nosotros los jugadores también sentimos eso. Lo único que quieren es que demos lo máximo, lo mejor de nosotros y que gane su equipo”.
El rendimiento de Lucas no está siendo ni mucho menos el esperado cuando se confirmó su regreso al Deportivo, algo de lo que es consciente y que no dudó en reconocer abiertamente. “El primer decepcionado de cómo me están saliendo las cosas soy yo, pero soy una persona, no soy un robot”. Al mismo también quiso dejar claro que la plantilla no ha tirado la toalla y que su grado de implicación es máximo. “Que no nos salgan las cosas no significa que la gente no esté comprometida, que no sufra”, señaló el coruñés justo antes de lanzar un mensaje de esperanza a todo el deportivismo. “Lo vamos a intentar hasta el final porque de peores situaciones se ha salido”.