Como el resto del equipo, Lucas Pérez está deseando que llegue el partido ante Unionistas para empezar a enderezar el rumbo fuera de casa en la recta final de la temporada. Por los puntos y también por empezar a compensar los miles de kilómetros de una afición a la que el coruñés considera impagable: «La deuda con la afición es tan grande que no sé si me quedarán años de vida a mí, y a todos los jugadores que vengan al Deportivo, para solventarla. Lo único que podemos hacer es trabajar para devolver el cariño que nos dan, esos kilómetros, los esfuerzos que hacen… hay que dar buena imagen, que se sientan orgullosos y brindarles victorias y el objetivo que todos tenemos en mente: el ascenso«.
El atacante espera darle la vuelta a la situación a domicilio en la recta final, aunque niega que al Dépor le esté faltando ambición: «En todos los partidos que llevo aquí desde que llegué, el Deportivo siempre ha salido a mandar y a ganar. Pero jugamos contra rivales que también tienen sus armas. Hay partido que vas a apretar arriba y te buscan la espalda para hacerte daño. Cada semana trabajamos y desde el primer día hasta hoy, hemos ido a por los partidos. Lógicamente, no se pueden afrontar todos de la misma manera. Fuera no se nos está dando bien, necesitamos dar un poco más, ese plus, pero no cambiamos la forma de jugar. Sólo que no es lo mismo jugar en Riazor que en otro campo».
También habló Lucas de las críticas a Óscar Cano: «Llevo muchos en el fútbol y a mí también me han pitado y me han pasado muchas cosas. Hay que llevarlo de la manera más normal posible. Es algo del fútbol. En el vestuario y el míster sabemos lo que trabajamos y confiamos en él. Está tranquilo, ya lo dijo más veces. Es normal que la frustración que siente la afición la manifiesten. En este caso fue con el entrenador, pero tenemos que seguir trabajando. Estamos todos en el mismo barco y en el mismo camino».
Precisamente en manos del técnico deja la posibilidad de jugar solo o acompañado: «Me siento bien con Max o Arturo. En mi carrera he jugado solo o con otro delantero. Al fin y al cabo nunca se sabe cómo se puede abrir un partido. Hemos ganado partidos jugando yo solo arriba. Y otros en los que entra Max y hace un gran trabajo. Para eso está el míster, es el que lo ve y lo percibe. Es lo importante, que el entrenador detecte dónde puede estar la mejora y nosotros nos adaptamos».
Su gol y su celebración ante el Celta B
Lucas Pérez reconoció que no lo había pasado bien la semana pasada por un proceso febril, pero que le sentó bien marcar. Bromeó con su celebración: «Contento porque lo necesitábamos como equipo y yo personalmente también después de una semana dura. La celebración señalando el número era por mi séptimo gol, no por otra cosa (risas), las interpretaciones os las dejo a vosotros (a los medios)«.