En la tarde de ayer se confirmó la marcha de Luisinho al Huesca, después de cinco años defendiendo la elástica blanquiazul. Durante las temporadas que defendió los colores del Deportivo, el lateral luso vivió numerosas numerosas experiencias en las que llegó a ser pedido como capitán por la grada y señalado en algunos momentos por su polémica dentro del vestuario.
Luisinho llegó en el año 2013 al Deportivo, en un verano convulso tras el descenso del club gallego a la Segunda División. Desde el comienzo de la competición, el defensor portugués demostró su valía, siendo uno de los hombres más determinantes en el equipo de Fernando Vázquez. Llegando a actuar alguna vez de extremo, el zaguero blanquiazul consiguió encandilar a la afición herculina con su desequilibrio en ataque, así como su buen hacer en defensa. Sin embargo, levantó sospechas sobre su contraproducente aportación al vestuario herculino después de varios calentones. En el primero de ellos, llegó a discutir con Culio, sin mayores consecuencias, mientras que en el segundo le propinó un manotazo a Juan Carlos tras un rifi rafe, lo que se arregló con las posteriores disculpas del lateral.
Tras el ascenso, Luisinho continuó siendo uno de los hombres importantes en el esquema del cuadro coruñés. Llegó a disputar 35 partidos en la Primera División española, aunque no consiguió estrenarse como goleador, después de anotar tres tantos el curso pasado. El portugués fue uno de los destacados de su equipo, contribuyendo a la ansiada salvación,la cual se confirmó en el último partido de Liga en el Camp Nou, con el zaguero deportivista ausente por lesión.
Al año siguiente, y pese a la incorporación de Fernando Navarro, Luisinho continuó siendo un hombre importante en el Deportivo. En varias ocasiones llegó a actuar de extremo, con el defensa catalán actuando en el puesto de lateral, fortaleciendo la banda izquierda del conjunto coruñés. Aún así, esta fue la temporada más polémica del luso. Durante el año, protagonizó una trifulca con Alejandro Arribas, lo que de nuevo le puso en una situación comprometida,siendo reincidente tras sus problemas durante su primer año en el club. Al término de la temporada, tanto Luisinho como su entrenador, Víctor Sánchez del Amo, destaparon los trapos sucios del vestuarios herculino, acusádonse el uno al otro de mala conducta y faltas de respeto. La situación se dio por finalizada con la salida del técnico mientras que el lateral siguió formando parte de la plantilla.

Con la llegada de Gaizka Garitano al banquillo del Dépor, Luisinho continuó siendo uno de los futbolistas de mayor peso en el conjunto blanquiazul, alternando la titularidad con Navarro. Durante esta temporada, se consagró en la zaga gallega, viviendo su mejor momento en Copa, anotando un buen gol ante el Betis del exdeportivista Víctor, disfrutando de su particular venganza tras las disputas del año anterior.
Su buena temporada y su sacrificio sobre el césped le llevó a ser uno de los jugadores más aclamados por la hinchada del Deportivo, siendo nombrado por muchos como el «capitán sin brazalete» dentro del terreno de juego. En el inicio de la pasada campaña se ganó la renovación hasta 2020, después de ser titular en seis de los siete primeros partidos. Pese a que hasta tres entrenadores pasaron por el banquillo herculino, el defensor portugués siguió siendo uno de los fijos en las alineaciones, llegando a disputar 30 encuentros en este último año, aunque a un nivel inferior, al igual que sus compañeros, lo que derivó en el descenso a Segunda.
Después de estas cinco temporadas, el Deportivo y Luisinho han decidido poner fina su relación, siguiendo el luso los pasos de Andone y Emre Çolak, los primeros en abandonar la disciplina coruñesa tras no haber logrado la permanencia. El club no se ha demorado y, el mismo día que se confirmó la salida del futbolista portugués, anunció la incorpación de Sebastián Dubarbier, lateral izquierdo argentino que llega libre tras finalizar su contrato con Estudiantes de la Plata.