Mauro Silva, exjugador del Deportivo, fue el protagonista de la última entrevista de Julio Maldonado ‘Maldini’ en su canal de YouTube. El centrocampista repasó toda su trayectoria y rememoró varios momentos determinantes en la historia del Dépor, de la que fue protagonista. Además, dejó un interesante repaso táctico en el que analizó las claves de su juego.
Mauro, que se encuentra en São Paulo para desarrollar sus labores como vicepresidente de la Federación Paulista de Fútbol, aseguró estar viviendo un «momento duro» debido a la crisis del coronavirus. «Esta situación es una locura. Esperemos que pase pronto y podamos volver con cierta normalidad a nuestras vidas», explica la leyenda blanquiazul.
«Mi relación con el Deportivo es algo muy especial. Llegó un momento en que la gente me trataba tan bien y me quería tanto que yo no podía marcharme. Llegué a tener ofertas importantes pero la relación Deportivo – Mauro Silva fue algo muy importante. Y sigue siéndolo, con la Calle Mauro Silva, con la votación de mejor jugador de la historia del club por los aficionados… Es algo difícil de explicar en un equipo por el que han pasado Rivaldo, Djalminha o Bebeto, jugadores de un nivel técnico espectacular».
Maldini recordó a Mauro su llegada al Deportivo de la mano de Bebeto, algo que trajo varias memorias a la mente del centrocampista. «Fue increíble. Llega el Deportivo, un equipo que estuvo diecinueve años en Segunda División, viene a Brasil y ficha a dos titulares de la Selección. Es para ver que en el fútbol era otro momento. Ahora para fichar a dos titulares de la Selección Brasileña tienes que paga muchísimo dinero. Eran otros momentos. Pero llegar a un equipo junto a Bebeto, que era un jugador extraordinario, nos dio mucha confianza a ambos». Tal y como explica Mauro, esta doble incorporación brasileña, junto a la de futbolistas como Aldana, Nando o López Rekarte, provocó un «cambio de mentalidad» en el Deportivo, que pasó a pelear por títulos y competiciones europeas.
Tanto Mauro como Bebeto conocieron A Coruña en verano y el clima del momento fue uno de los alicientes que utilizó Lendoiro para convencerles de que fichasen por el Deportivo. De hecho, el entonces presidente recuerda con frecuencia cómo aseguró a Bebeto y su esposa que la ciudad «era como una pequeña Copacabana». «Me trajeron en verano y me encantó la ciudad. No sabía que después llovía tanto. Pero cuando llegué dije <<esto es un paraíso>>. Bebeto estaba encantado con la playa de Riazor, disfrutamos mucho en verano», señala el pivote. Otra «persona clave» para la llegada de los «dos chicos brasileños» fue Arsenio Iglesias. «Era un pedazo de pan, un señor entrañable. Parecía que era un padre, estaba pendiente de lo que comíamos, de si nuestras mujeres e hijos estaban bien… Este afecto nos ayudó a llegar y estar muy a gusto enseguida»
En sus trece años como herculino, Mauro coincidió con la mayoría de grandes jugadores de la historia del club, por lo que se le hace complicado elegir solo a unos pocos. Valerón («qué jugador, qué pedazo de jugador»), Fran, Tristán, Makaay, Donato, Mauro o Luque son algunos de los primeros que le vienen a la mente.
Las claves del juego de Mauro Silva
En esta charla con Maldini, también hubo tiempo para hablar de aspectos más técnicos, como el estilo de juego que lució Mauro Silva en toda su etapa como futbolista. «A mí me encantaba interceptar balones. Estudiaba mucho a los adversarios, los regates, los controles… Y con el tiempo desarrollé mucha intuición. Intuía lo que un jugador intentaría hacer en un determinado momento, los regates que le gustaba más hacer. Eso me ayudaba para tener el patrón de juego de cada futbolista. Interceptaba muchísimos balones y me gustaba mucho esa labor de cortar balones y enlazar luego con jugadores como Djalminha, Valerón o Fran para dar velocidad a la salida».
En palabras del propio jugador, dos factores determinantes para su estilo son «interpretar bien el juego y tener un buen posicionamiento». Conocer las virtudes y carencias de compañeros y rivales era algo vital para Mauro, que así «sabía donde tenía que equilibrar» y qué necesitaba de él cada futbolista de su equipo. Igualmente, así también conocía que jugadores eran los ideales para comenzar un ataque. «A mí me encantaba que el balón estuviera con Djalminha, Fran o Valerón lo más pronto posible. Les decía <<no bajéis, no bajéis tanto a defender. Quedaos en el medio campo porque lo voy a cortar aquí y os voy a encontrar rápidamente>>. Interpretar bien estas salidas y encontrar rápido a estos jugadores es salir muy bien», recalca en varias ocasiones.
Para terminar, Mauro envió mensaje para la afición herculina, a la que quiso «mandar un fuerte abrazo» y recordar que «lo que hemos vivido y disfrutado juntos es inolvidable». Según sus palabras, «el Dépor es un gran equipo porque tiene una gran afición», a la que echa «mucho de menos».