Mollejo fue uno de los protagonistas del Deportivo vs Rayo. Para bien y para mal. El joven cometió un grave error en la primera parte y anotó el tanto del empate en la segunda. De todas formas, él considera que quien acabó en el foco fue Vicandi Garrido: «Después del partido felicité al árbitro porque hasta esas dos jugadas me pareció muy bueno. En el penalti tarda mucho porque le dicen del VAR una cosa, luego otra… no tiene mucha culpa el árbitro. Se pita y ya está y se manda repetir y es lo menos discutible porque el portero se adelanta claramente. Por todo el jaleo que se montó, formado un poco por el banquillo del Rayo, que lo hacen correctamente porque va a favor suyo, creo que el árbitro ahí actuó un poco mal porque se dejó llevar por el banquillo del Rayo y su entrenador. Es jodido porque te da la sensación de que lo pita por igualar todo«.
Una vez dejado clara su postura sobre el arbitraje, Mollejo no dudó en asumir su fallo: «Antes del gol me estaba sintiendo muy cómodo con balón, con confianza, también por el partido de Oviedo, en el que me sentí cómodo. Fallé y se te cae el mundo encima porque no estamos en una situación para tener ese tipo de fallos y soy el más consciente de todos. Pero una vez hecho, intenté pensar en lo que seguía, estando tranquilo. Los compañeros me animaron, tampoco sentía que me hiciese falta porque estaba bien, pasé cinco minutos fastidiado, pero estaba bien. Y en la segunda parte salí como si fuese otro partido y por suerte pude hacer gol para compensar mi fallo y ayudar al equipo».
Mollejo, ni tanto, ni tan poco
Mollejo considera que utilizar diferentes formaciones siempre es bueno para el equipo, pero pide tener un rendimiento más constante como colectivo y no estar montado de forma continua en una montaña rusa: «Los partidos son largos, se hacen más largos que normalmente y tenemos que encontrar ese equilibrio. Ni salir con la caraja de la primera parte, ni como aviones en la segunda. Hay que encontrar el equilibrio, adaptarnos bien y saber gestionar los esfuerzos porque ahora se nota mucho, la gente se cansa antes y todo va un poquito más lento. Confío en que el equipo va cogiendo ese ritmo y con el paso de los partidos esas carajas iniciales se van a ir yendo».