Natxo González tiene claro que para el Sporting vs Deportivo de mañana no puede cambiar el sistema de juego que tan buen resultado le dio ante el Albacete, «ahora la panacea y la solución a todos los males es jugar con extremos», bromeó. Eso sí, puede que introduzca algún matiz como la entrada de Christian Santos, al que elogió de nuevo: «Él mismo lo ha dicho. Se ha dado cuenta de muchas cosas. Es otro, más feliz en el día a día. Se ha dado cuenta de que en el camino que estaba; y no hablo de lo profesional o la actitud, porque siempre ha sido buen profesional, pero emocionalmente le costaba gestionar ciertas situaciones. Eso no lo llevaba a ningún sitio. Ha analizado y con ayuda ha dado un importante paso que nos beneficia a todos«.
El técnico espera lograr por fin una victoria a domicilio que se resiste desde hace casi cuatro meses. Uno de sus motivos, aunque inconsciente, puede ser la relajación: «Dentro de la dificultad que tiene jugar como visitante no acabamos de enganchar ese triunfo. Posiblemente sea un poco la mentalidad, que hasta el momento los resultados de casa te liberan y no te hacen competir con la misma tensión fuera. En eso estamos y a ver de qué manera sumamos puntos fuera porque los vamos a necesitar».
Quizá lo que necesita el equipo son exámenes de nivel como los que vienen ahora, en Gijón, Granada o Málaga: «Me lo tomo como un buen momento para cambiar la dinámica a domicilio. Qué mejores retos y pruebas que equipos como estos. Nos tiene que ilusionar porque si queremos conseguir los objetivos vamos a tener que sumar más fuera de casa».
Como siempre, se mostró cauto con el rival, especialmente analizando a Djurdjevic, su jugador más en forma: «Muchas veces, saber que eres la mayor inversión de un club, en un jugador joven… tienes una responsabilidad añadida. No hay que ver la soltura con la que está ahora en el campo, la confianza con la que está. En estos casos hay siempre un proceso de adaptación, te recuerdan lo de la inversión y te metes en una espiral. Sin conocer lo que ha pasado esa es la percepción. Ahora está en un momento dulce y tendremos que estar alerta».
En comparación, también valoró la sequía de Quique González: «Es lo que hablábamos del delantero rival, más cuando nos tenía malacostumbrados a marcar tanto desde el inicio. Todo le entraba. En el día a día está bien. Si antes trabajaba hora y media tras el entrenamiento, ahora lo hace una hora y tres cuartos. Es exigente. No me preocupa por su respuesta ante estas situaciones, sigue trabajando y es eficaz de cara a portería. Externamente no se le aprecia que esté mal, aunque internamente tendrá un poco esa sensación».
Natxo no entró a valorar la situación de Carles Gil, «sigue con la posibilidad de salir, como hace unos días», y agradeció de antemano el desplazamiento de la afición al Molinón: «Nos llena más de responsabilidad todavía. Primero le doy las gracias por el apoyo que vamos a tener, somos conscientes de que hay un objetivo claro y todos tenemos que sumar. Después de una derrota como la de Mallorca, que tengan fe, que se enfaden cuando no ganamos pero que al día siguiente se recuperen con esa ilusión y entusiasmo. Con la suma de todos llegaremos satisfechos al final de la carrera».