Natxo González afronta el duelo con el Albacete sin Carles Gil, al que volvió a dejar fuera de la lista como ya hiciera ante el Mallorca. El valenciano sigue valorando ofertas y el técnico, que lo entiende, explica su decisión: «No sé cómo está el tema. Anda ahí para salir, pero no lo sé. Al final hay que mantener la cabeza en el equipo, en este club. Y es difícil sumar ahora mismo si no estás centrado al cien por cien. Es algo humano. Él no ha pedido nada (no jugar), pero sé que anda con esa decisión y no va a estar al cien por cien centrado».
Las noticias positivas llegan con las recuperaciones de Carlos Fernández y Christian Santos. Especialmente bien ha visto el entrenador al venezolano, que podría ser la sorpresa en el once: «Creo que va a ser decisivo. Tuvo una fase de dudas por su parte, de adaptación a una forma de actuar. Pero creo que se ha dado cuenta de que, o trataba de adaptarse o tendría menos posibilidades. Ahora mismo creo que está en el mejor momento de la temporada a nivel psicológico. Y cuando uno está bien de cabeza, las piernas funcionan mejor«.
Espera ver a un Deportivo liberado: «Lo decía perfecto Bóveda. Hay estados de forma, momentos buenos y malos. Estamos pasando por ese estado de forma más bajo de lo normal. Estamos en ese momento de espesura. Toca analizar y buscar soluciones desde la tranquilidad. Tenemos bastante claro el diagnóstico de lo que está pasando y ahora hay que tratar de salir lo más limpios de cabeza posibles para tomar buenas decisiones. Salir al campo libres y felices para poder disfrutar».
El técnico blanquiazul no quiso terminar sin destacar la seriedad del rival: «El Albacete es el equipo que menos ha perdido. Fiabilidad cien por cien. Tenemos números parecidos en goles a favor y en contra, la diferencia es que ellos suman una victoria más. La regularidad y fiabilidad es lo que hay que destacar de este bloque y será un partido interesante ante un rival directo».
Natxo reconoce estar triste por la situación del Reus
Natxo no pudo evitar mostrar tristeza por la situación del Reus, al que se le parece agotar el crédito: «No sé cómo va a acabar. Imagino que querrán que no juegue la segunda vuelta… no sé si pena, rabia… con lo que nos costó y lo que vivimos en ese club. Es modesto a nivel económico, pero importante. Y que ahora se desmorone así es para tirarse de los pelos. Conozco a mucha gente que está contrariada porque tampoco entienden nada. Se decía que la Segunda B era deficitaria y parecía que el fútbol profesional lo cura todo, pero por una mala gestión… cuando haces las cosas mal, da igual».