Con el descenso ya consumado, el Deportivo llega a ‘O noso derbi‘ sin ninguna aspiración, más que la de finalizar de la mejor forma la temporada, lo que hace que se viva con menos intensidad que otros años este choque. Por su parte, el Celta vivirá el clásico gallego con todavía opciones de entrar en puestos europeos, aunque actualmente no están atravesando su mejor racha de resultados. Los dos conjuntos más importantes de Galicia se enfrentarán en un partido que puede suponer un antídoto a la mala campaña de ambos, especialmente la de los de A Coruña, con los vigueses todavía soñando por alcanzar la séptima plaza.
Comenzando por los locales, los de Juan Carlos Unzué se encuentran en un mal momento, en lo que a resultados se refiere, llegando a este enfrentamientos tras caer por 4-1 ante el Villarreal. Acumulan cuatro encuentros sin conocer la victoria, aunque cabe destacar que lograron rescatar dos empates ante Barcelona y Valencia, dos de los conjuntos de la parte alta de la clasificación. Yendo más hacia atrás, la siguiente victoria del Celta sucedió a comienzos de marzo, ante Las Palmas. Desde ese triunfo, los vigueses solamente han conseguido vencer en un partido más, de los ocho disputados hasta ahora. Ambas victorias se produjeron en Balaídos, en donde el Celta se muestra mucho más seguro y fiable, consiguiendo desarrollar de manera más efectiva su juego. Gracias a esto, los olívicos acumulan nueve partidos consecutivos sin conocer la derrota en su feudo, en donde ni Real Madrid ni Barcelona fueron capaces de sacar los tres puntos, por lo que no saben lo que es perder ante su público durante la segunda vuelta.
Dejando a un lado los resultados, el Celta llega al derbi gallego en un buen estado de forma, aunque se ha mostrado demasiado irregular en sus últimos compromisos. Fuera de casa es donde los de Unzué han ofrecido su peor cara, con un fútbol por momentos errático como ante el Leganés. Durante sus últimos partidos, el cuadro vigués ha ido alternando momentos de buen fútbol con situaciones en las que no conseguía penetrar en la defensa rival, viéndose superado por momentos y cometiendo errores que a la postre costaron puntos. Sin embargo, en Balaídos se encuentra cómodo y es capaz de elaborar un juego combinativo capaz de poner en apuros a los mejores equipos de la competición, como demostró ante el Barcelona. Este estilo se intensifica con Iago Aspas sobre el césped, mientras que, en caso de jugar solamente con Maxi Gómez, el Celta suele optar más por la vía del juego aéreo, aprovechando las virtudes de su delantero.
La principal preocupación de la afición celeste reside en el estado de Iago Aspas. El 18 de abril, el de Moaña sufrió una lesión que, en principio, le mantendría alejado tres semanas de los terreno de juego, aunque finalmente parece que llegará justo al derbi, teniendo opciones de entrar en la convocatoria. También son duda Roncaglia y Radoja, a la espera de su evolución durante esta semana.
La situación del Deportivo se antoja más complicada. En los últimos partidos, los de de Clarence Seedorf han conseguido reaccionar mejorando sus resultados, logrando una racha de cuatro partidos seguidos puntuando, la cual se rompió el fin de semana ante el Barcelona. Aún así, los blanquiazules cuentan con dos victorias en sus últimos cinco partidos, después de 15 jornadas sin lograr ningún triunfo, lo que acabó por hundir la nave coruñesa. Lejos de Riazor, los herculinos han mejorado su imagen después de una temporada en la que su rendimiento bajaba considerablemente cuando eran visitantes. En el Wanda Metropolitano realizaron un buen encuentro aunque no consiguieron rescatar ningún punto, a diferencia de en su siguiente compromiso, asaltando San Mamés para certificar su segunda victoria fuera de casa en lo que va de año. Por último, ante el Leganés, el Deportivo realizó un partido serio aunque insuficiente para llevarse los tres puntos, cosechando un empate.
Al margen de los resultados, se puede decir que los blanquiazules llegan a Balaídos en su mejor estado de forma, mejorando gratamente en sus últimos choques y definiendo de una forma más precisa su estilo de juego. Sin embargo, en su último partido se certificó el descenso a Segunda División, por lo que la plantilla afrontará ‘O noso derbi’ tras perder la categoría, algo que puede influir negativamente en el rendimiento del equipo. En los últimos partidos, los herculinos continúan sufriendo problemas defensivos, aunque en menor medida, mientras que en ataque han encontrado la fórmula para crear daño a sus rivales, a través de rápidas jugadas comandadas por Çolak, así como balones en largo a Lucas Pérez. Aún así, el Dépor sigue pecando de cara a portería, teniendo un grave problema de puntería en el remate.
Para el derbi gallego, son duda Sidnei y Adrián, quienes no entraron en la convocatoria para el último partido por sus respectivas molestias. La baja más segura en las filas coruñesas es la de Eneko Bóveda, quien se entrenó ayer al margen, junto a los ya mencionados y Muntari.
Deportivo contra Celta, undécimo contra decimoctavo, uno ya descendido mientras que otro tiene las posiciones europeas a cinco puntos a falta de nueve por jugarse. Pese a la dinámica y la actual situación de cada equipo, un derbi no entiende de números ni de rachas, pudiendo ganar cualquiera, aunque en el caso de los coruñeses está por ver si el descenso recién consumado acaba pasando factura en su último derbi en Balaídos, hasta que ambos conjuntos vuelvan a coincidir en la misma categoría.