Borja Jiménez por fin tiene nuevo extremo con la llegada de Carlos Doncel al Deportivo. El jugador catalán aterriza en Riazor con más de 100 partidos a sus espaldas en Segunda B y después de debutar en Segunda con la Ponferradina este pasado curso. Desde Pucela, nos dibuja su perfil Jesús Domínguez, periodista del Diario AS.
Doncel, velocidad y gol desde la banda para el Deportivo
La llegada de Carlos Doncel al Deportivo se produce en un contexto claro de ansia de encontrar una continuidad que quizás no le habrían asegurado otras opciones en Segunda División, categoría en la que tuvo posibilidades de mantenerse tras su paso por la SD Ponferradina. No con un Real Valladolid (con el que rescindió hace unos días) con otras aspiraciones, con una plantilla, además, masificada y en la que no parece que un perfil como el suyo pueda tener cabida.
Y es que mientras Pacheta buscará en sus jugadores exteriores que lleguen, Doncel es más de estar, de fijarse como una chincheta estirando el campo a lo ancho y alargándolo para salir veloz en busca de la portería rival. Así brilló en el que seguramente fue el mejor Real Valladolid Promesas de la historia, aquel que se clasificó para el play-off de ascenso a Segunda División hace dos temporadas. El catalán, habitual para Baraja, hizo la nada desdeñable cifra de seis goles después de llegar como fuerte apuesta.
Recordaba su llegada a la de Waldo Rubio, arribado un año antes de Córdoba, ya por encima de la edad sub-23, y con aparente potencial para dar un salto que, después, se quedó a medias en El Toralín. No descolló con Bolo. Fue un buen complemento y un recurso ocasional que tratar de explotar con las continuaciones de los delanteros hacia la banda, aunque no llegó a imponerse nunca del todo a otras opciones. No lo hace de menos en su futura pugna en Riazor: es un recurso útil y aprovechable para Borja Jiménez.
Por ejemplo, pretendiendo replicar lo que tan bien se le dio en Los Anexos y lo que buscó Bolo en El Bierzo: tratando de que corra, pues esa es una de sus principales habilidades, la velocidad al espacio, con metros por delante, buscando ser vertical. Porque, lejos de beber del juego combinativo, es ahí donde Doncel se encuentra más a gusto, mediante desmarques de ruptura con los que quebrar la última línea, a menudo, mirando además hacia dentro, buscando el gol.
A pesar de ser zurdo, y por tanto, jugar a pie natural, y a pesar de la amplitud que ofrece, es muy habitual ver al menudo atacante buscar un pasillo interior para alcanzar posiciones de disparo, no solo verle llegar a la línea de fondo para centrar. Por ello, es un buen recurso para ser utilizado en el lado débil y para atacar el segundo palo, porque además, dispone de un tiro potente, y es eso, precisamente, lo que le hace compatible con un lateral de largo recorrido que pueda suplir algunas carencias que tiene en el centro, que no impidieron, sin embargo, que su año en el Real Valladolid Promesas fuera florido.
Jesús Domínguez
Redactor del Diario AS en Valladolid