En su viaje de redención por Segunda División B , el Deportivo ha lanzado una apuesta en la portería por la juventud, unida a la experiencia en la categoría de bronce del fútbol español. El ex portero del Sevilla Atlético, Lucho García.
Luis Alberto García, más conocido como Lucho García, es un guardameta joven, nacido en Barranquilla hace 22 años. El colombiano pronto despuntó y llegó a firmar por el Real Madrid en 2012, aunque apenas pasó unos meses en la entidad blanca para recalar en la cantera de otro club madrileño: el Rayo Vallecano, donde estuvo hasta la temporada 2017-2018. Al termino de esa campaña fichó por el Sevilla, aunque ocuparía ficha en el filial hispalense durante las dos últimas temporadas.
Es cierto en que ha llegado a jugar con el primer equipo en algún amistoso, pero tampoco ha conseguido la continuidad deseada en el filial, donde el Sevilla, como otros muchos segundos equipos de la categoría de bronce, ha optado en estos últimos tiempos por alternar entre los diferentes arqueros que componen la plantilla para evaluar su desarrollo. En la temporada que dejamos atrás el colombiano disputó 11 partidos en el grupo IV, donde estaba encuadrado el Sevilla Atlético, y encajó 11 goles.
El guardameta, que tiene la nacionalidad española, es internacional con Colombia en categorías inferiores, donde ha llegado a ser titular en el torneo preolímpico Sudamericano celebrado en el pasado año y ocupará una de las seis fichas sub-23 que son obligatorias en Segunda B. Pero vayamos a lo importante
¿Qué podemos destacar de Lucho García?
Es un portero con altura y envergadura, llegando a los 1,90m de estatura, pero sus mejores cualidades serian dos: Su agilidad y reflejos y el uno contra uno. En el primer apartado el de Barranquilla cuenta con muy buena elasticidad y capacidad atlética para poder ocupar los espacios y llegar a balones que buscan los ángulos de la portería. Tiene una excelente capacidad de reacción ante disparos cercanos o situaciones que requieran unos reflejos rápidos. En el mano a mano, sabe hacer grande su figura y suele salir al encuentro con el delantero con decisión y manteniendo hasta lo máximo posible la postura lo que le permite reaccionar ante regates o disparos en ese momento del juego.
Quizás el punto débil de Lucho García, aunque pueda parecer extraño, es la lectura de los balones aéreos. Con su altura en muchas ocasiones puede atrapar la pelota con facilidad, aunque en centros laterales muestra dudas de si salir hacia el balón o no, un aspecto en que el paso de los minutos debería ayudarle a ganar seguridad en la toma de decisiones. Tampoco es un portero que destaque en el juego de pies, correcto en el trato del balón, pero si no ve clara la opción de pase, tiende a buscar un desplazamiento en largo en largo que barajar otras posibilidades que requieran de una mayor calidad.
*David Sánchez, autor de este perfil, es periodista de la Cadena SER en Béjar y narrador de Footters