Como sucediera hace unas semanas con David Simón y Vicente Gómez en el viaje a Gran Canaria, es el turno ahora de Quique González para vivir una jornada emotiva con su regreso a Almería. El pucelano se consolidó en el fútbol profesional vistiendo los colores del equipo andaluz y no olvida esa oportunidad: «He sido muy feliz allí, tengo muy buenos recuerdos y amigos. Desde el primer día todo fue fácil, es un club muy familiar y humilde que te acoge como si fueras de casa«. Mantiene el hambre, pero sabe cómo reaccionaría si logra algún gol: «Oajalá pueda marcar uno o dos, pero por supuesto que no lo celebraría. Me dieron la oportunidad y estoy muy agradecido».
Tuvo también buenas palabras para el Almería actual: «Es un equipo alegre con chavales jóvenes, algunos de ellos que no habían jugado como profesionales. Pero se está viendo la ilusión y la calidad. A priori parece una plantilla para salvar la categoría, pero en Segunda cualquier equipo te puede ganar, no hay que desmerecer a nadie».
Con la ausencia de Carlos Fernández, el máximo artillero deportivista busca pareja para esta jornada reconociendo que se entiende con cualquiera de sus compañeros: «No cambiará mucho. Llevo entrenando tiempo con Christian, Fede, Borja… les conocía ya de verlos en la tele y ahora en Abegondo mucho más. Al que le toque lo hará igual de bien que Carlos. Se trata de ayudar al equipo y lograr los tres puntos«.
Además del buen nivel que está mostrando toda la plantilla, «en el Teresa Herrera vi desde la grada cómo compiten mis compañeros y es un lujo», Quique también señaló la fortaleza del grupo: «No es fácil tener un vestuario como el que tenemos. Es un grupo humano espectacular y se nota. Vengo de uno muy bueno en Pamplona, pero llegar aquí y encontrarme lo que he encontrado es muy bonito. Se ve los frutos que está dando«.