La posición y las cualidades definen a un futbolista. Pero en el fútbol, lo importante es el colectivo. Por ello, todo equipo busca -o debería buscar- que las relaciones entre sus elementos sean fuertes. Porque en el deporte, uno más uno puede ser cero, dos o incluso cuatro en función de la química entre los individuos que componen el sistema. El Dépor, en su apuesta por la continuidad, sabe que muchas de esas conexiones positivas entre sus piezas ya están garantizadas. Pero ahora busca que los nuevos agentes se integren en el ‘todo’ y potencien todavía más al grupo. Algo en lo que Raúl Carnero e Ibai Gómez ya tienen ventaja en el nuevo Deportivo.
Porque Edu Sousa, Retuerta, Olabe, Isi Gómez, Narro o Santamaría no habían coincidido con ningún jugador del plantel y deberán adaptarse al medio. Tampoco Raúl Carnero -más allá de Álex Bergantiños- ni Ibai Gómez, que sin embargo, ambos llegan a A Coruña con la ventaja de conocerse previamente: formaron parte del plante del Alavés en la campaña 2016-2017.
Pese a aquella coincidencia, los dos futbolistas apenas tuvieron participación conjunta en aquel equipo. Pero ahora, en Riazor, la sociedad inexplorada Raúl Carnero-Ibai Gómez tiene una segunda oportunidad para afianzar lo que no logró construir del todo en el ‘otro’ Deportivo.
La sociedad Raúl Carnero-Ibai que Theo difuminó
Corría el verano de 2016 y el Alavés incorporaba a Ibai Gómez para potenciar su plantilla de cara al salto a Primera. En aquel equipo que había ascendido Bordalás y que tras su destitución cogió Mauricio Pellegrino ya estaba Raúl García Carnero. El coruñés había sido indiscutible en el lateral izquierdo ‘babazorro’ el curso anterior. Y el extremo vasco llegaba para potenciar por delante el carril zurdo blanquiazul. Sin embargo, las lesiones, la explosión del prometedor Theo Hernández y las decisiones tácticas de Pellegrino provocaron que Ibai Gómez y Raúl Carnero apenas coincidiesen en el verde a pesar de compartir vestuario todo el año en el Deportivo Alavés.
Por un lado, Raúl Carnero tan solo participó aquel curso en la mitad de los partidos de liga: 18. En 14 de ellos fue titular, pero únicamente formó once con Ibai en 8 encuentros. No ayudó tampoco que el futbolista formado en Lezama jugase únicamente en 1.825 minutos. De hecho, su verdadera ‘explosión’ no llegaría hasta un año después, con Abelardo como técnico.
Así, los actuales futbolistas del Dépor compartieron únicamente 540 minutos en liga. Pero claro, una cosa es coincidir en el césped. Y otra diferente establecer una estrecha relación como la que tienen el lateral y el extremo del mismo costado. Filtrando únicamente los momentos en los que uno fue lateral -o carrilero- izquierdo y el otro extremo zurdo, el bagaje de la conexión se reduce. Concretamente, a solo 360 minutos ligueros.
Curiosamente, el 0-0 ante el Deportivo en Mendizorra de la jornada 4 fue el único encuentro completo que los actuales jugadores deportivistas compartieron en el perfil izquierdo del equipo. Antes, Carnero fue lateral zurdo e Ibai extremo diestro -salvo 15 minutos que jugó en la izquierda- en el 1-1 en el Calderón. Mientras, en la visita al Camp Nou (1-2), en la que Gómez marcó el primero de sus 7 goles aquel curso, el defensor actuó como central escorado a la izquierda en línea de cinco. Un puesto diferente al que, presumiblemente, Raúl Carnero ocupará en el Deportivo y que le permitirá explorar con Ibai Gómez una sociedad ya existente, pero a la que todavía se le desconoce su verdadero potencial. En Riazor tendrán una segunda oportunidad para demostrar su química y dar al equipo un salto diferencial desde la banda siniestra.