El mes de mayo de 2021 supuso el final para una larga y tortuosa temporada del Deportivo. Una victoria en casa y una derrota contra el Numancia en Los Pajaritos fueron el desenlace. El equipo coruñés pudo evitar el mal mayor de caer a Segunda RFEF. Quedaba asegurada su presencia en una nueva categoría: la Primera RFEF. El inicio de mayo había traído tranquilidad, pero nadie esperaba que fuese a durar tan poco. Un nuevo cambio en el banquillo blanquiazul se avecinaba en Riazor.
El Deportivo encaraba la penúltima jornada del campeonato empatado con el Racing de Ferrol y a dos puntos del Numancia. No quedar entre los 2 primeros clasificados suponía descender a la cuarta categoría del fútbol español. El rival era el Langreo, equipo con el que había perdido en su visita a tierras asturianas. En la grada se respiraba la tensión por si un empate o una derrota obligaban a ir con la necesidad de ganar a Soria. Sin embargo, una goleada 5 a 0 sumada a la igualada entre ferrolanos y sorianos daba la tranquilidad de la permanencia matemática. El sufrimiento había acabado.
Con los deberes ya hechos, el Dépor viajó a territorio numantino sin ningún tipo de presión. Allí, los de Rubén de la Barrera perdieron 1-0 en un partido en el que jugó para el rival Menudo, actual futbolista blanquiazul. El resultado no sirvió de nada a los locales, que bajaron a Segunda RFEF debido a la victoria del Racing frente al Marino de Luanco. La nota positiva del encuentro fue el debut con el primer equipo del canterano Iván Guerrero, hoy jugador del Fabril.
Nuevo baile en el banquillo (y en los despachos)
Si algo ha caracterizado al Deportivo en los últimos años ha sido la facilidad a la hora de prescindir de entrenadores y mayo de 2021 nos dio una nueva muestra de ello. Cuando apuntaba a que Rubén de la Barrera renovaría todo saltó por los aires. Un contacto del técnico con la UD Las Palmas no gustó en la plaza de Pontevedra, por lo que se decidió prescindir de sus servicios.
La segunda salida importante del club no fue tan inesperada como la de De la Barrera. Richard Barral abandonaba el Dépor por segunda vez dejando a Carlos Rosende al mando de la dirección deportiva. El joven secretario técnico comenzaba su nueva etapa en el Dépor con la misión de escoger entrenador. No tardaría en hacerlo, pues apenas cuatro días después de la marcha de Barral el club anunciaba la llegada de Borja Jiménez.