Uno de los temas a los que dedicó más tiempo Richard Barral en la amplia entrevista concedida a Radio Marca Coruña fue todo lo concerniente a la inestabilidad en el banquillo del Deportivo en los últimos años. “Todos somos culpables. No podemos estar cambiando cada poco de entrenador. Ahí es donde está la cagada, pero asumo la culpabilidad”, indicó un Barral dolido por las críticas vertidas por parte de Tino Fernández hacia su trabajo.
El hasta el pasado mes de enero director deportivo de la entidad herculina no desaprovechó la ocasión de defender su labor. “Todos sabéis cuál es mi idea de fútbol. El modelo de crecimiento de un club, un modelo sostenible y constante, tiene que ser la calidad”, afirmó justo antes de poner como ejemplo a seguir los casos del Celta y del Betis. “Para este tipo de modelo hace falta un tipo de entrenador, ni mejor, ni peor, otro tipo. El Betis iba por una linea y ha cambiado con Setién. ¿Es mejor Setién? No lo sé, pero es más acorde con la plantilla. Para mí ese es el modelo de crecimiento”, sentenció el coruñés, quien lanzó otra pregunta al aire. ¿Es mejor Guardiola o Mourinho? Que la gente opine, pero si Mourinho ve un centro del campo con Gundogan, Silva o De Bruyne le entran sarpullidos porque no piensa ni siente así”.
“El presidente y el club sabe hacia donde yo tiraba. He tomado decisiones y en las que no estaba de acuerdo las he asumido porque, como hombre de club, tengo que apoyar al presidente”, indicó Barral, quien tilda de “mentira” que se quiera calificar de mala su relación con Pepe Mel. “Yo siempre voy de cara, y si te sienta mal no importa. Pepe Mel y yo éramos de ideas diferentes. Si la plantilla fuese otra él sería el entrenador ideal, pero le dije que lo iba a ayudar a muerte porque su éxito sería mi éxito”, reconoció el coruñés, para acto seguido incidir sobre este particular. “Mi relación personal con Mel es excelente. Ahora parece que va a fichar por un equipo y el primer mensaje de felicitación será el mío”
Otro de los nombres de los que habló ante los micrófonos de Radio Marca Coruña fue el de Víctor Sánchez del Amo, una contratación que el propio Tino Fernández apuntó en más de una ocasión que habría ido en contra del criterio de la dirección deportiva. “Con Víctor igual que los demás. Me lo comentó y lo apoyé, porque cuando se toma una decisión hay que apoyarla a muerte. No se puede estar en guerra permanente, aunque todos sabéis que entrenador hubiera traído yo”, señaló.
Ese candidato al banquillo no era otro que Raúl Caneda, un técnico que “no es mediático” y cuyo desconocimiento para el gran público y su falta de experiencia en el fútbol español jugó en su contra. “Entiendo que la gente que no es profesional se crea que entrenar en Arabia Saudí en una broma”, afirmó el anterior responsable de la parcela deportiva herculina, cuya confianza en la valía del técnico gallego era total y absoluta. “Hubo momentos en los que estuvo a punto, en el que se ligaba mi cargo al suyo. Cuando se cesa a Pepe Mel, Raúl Caneda estuvo otra vez a punto y otra vez se toma la decisión que no”.
La confianza de Barral en Raúl Caneda era tal que el coruñés incluso reconoció haber barajado la posibilidad de recurrir a Pep Guardiola como avalista de su fichaje. “Para que la afición, que no lo conocía, estuviese tranquila y entrase con un margen para trabajar, hay un momento en el que Guardiola iba a apoyar públicamente ese fichaje durante una rueda de prensa de la Champions”, una circunstancia que no llegó a producirse al frustrarse su llegada al banquillo del Deportivo.
Paco Jémez también fue otro de los candidatos que en su día sonaron como futuribles, una posibilidad que en palabras de Barral estuvo muy lejana. “Para mí Paco es un crack y un gran entrenador, pero igual que el fútbol de Paco Jémez es de mi ideología, en ese momento, tal y como veníamos, entendí que no era el idóneo. Necesitábamos un hombre más tranquilo”, una motivación que también justificó por razones económicas. “Las diferencias las tanteé con una llamada a su agente”.
Barral también dio su opinión sobre el último cambio en el banquillo del Deportivo. “No he visto trabajar a Seedorf y no es una crítica, pero su desconocimiento cuando llega pienso que hace que se pierdan siete u ocho partidos. Luego el equipo reaccionó y se demostró que competía contra cualquiera. Si llegase en pretemporada le daría tiempo a manejar todo”, apuntó.
El fichaje de Munúa por el Fabril
Barral también tuvo tiempo para detallar los pormenores de la contratación de Gustavo Munúa como técnico del Fabril, una decisión que suscitó muchas críticas entre un amplio sector de la afición al ser uno de los implicados en el supuesto amaño del Levante-Zaragoza de la temporada 2010-2011. “Sabéis como soy de despistado para eso. Yo estaba centrado en el fútbol y ni siquiera me acordaba de lo del Levante”, indicó el hasta enero máximo responsable de la parcela deportiva del club herculino.
Sin ocultar en ningún momento que “Munúa es mi amigo desde hace muchos años”, Barral desveló los contactos previos a su llegada y el motivo de su elección. “Cuando sube Cristóbal y queda libre ese hueco en el Fabril se valora dar la oportunidad a una persona de aquí, de Tercera, o a un exjugador. Con respecto a entrenadores de aquí se habló de dos o tres, pero tampoco queríamos quitarle a algún club su entrenador en mitad de temporada porque eso genera enemistades. Luego hablamos con varios exjugadores, pero unos están ocupados y otros no pueden venir por reglamentación, y es ahí cuando sale el nombre de Munúa”.
“Nadie había pensado en Munúa porque ya estaba entrenando en el fútbol profesional”, reconoció un Barral que fue el encargado de ponerse en contacto con el uruguayo y entablar unas negociaciones que, según sus palabras, resultaron de lo más sencillas. “¿Gustavo, estarías dispuesto a esto?. Me dijo que le diese dos días porque estaba pendiente de un Primera, me llamó y vino. Y creo que los jugadores están contentísimos con él”.