Roberto Olabe es un futbolista imprescindible para Óscar Cano. Y no es una opinión, sino un hecho refrendado por los 1.271 minutos que el preparador andaluz ha dado al centrocampista vasco desde su llegada. Porque el ex del Alcorcón, penalizado por una lesión en pretemporada, empezó no jugando demasiado en el Deportivo. Pero fue producirse el cambio de entrenador y crecer el peso de Olabe en el Deportivo de La Coruña.
16 participaciones en los 16 partidos en los que ha estado disponible con Óscar Cano en el banco reafirman la trascendencia de Roberto Olabe. En ellos, arrancó como titular en 15. Y 6 los ha jugado completos. Siempre como mediocentro, un puesto que le ha otorgado las llaves del equilibrio del equipo blanquiazul.
Porque el vasco no terminó de encontrar su ubicación en sus primeros pasos con el Dépor. Que si interior zurdo, que si uno de los dos medios del doble pivote… El rol de Roberto Olabe no terminaba de estar claro. ¿Había llegado para sustituir a Juergen Elitim desde un perfil más físico? ¿Era un mediocentro de ida y vuelta adecuado para un doble pivote? ¿O su puesto ideal era el de centrocampista defensivo único, como ancla por delante de la defensa?
Bueno, lo cierto es que Roberto Olabe puede ocupar todos esos roles, pero donde se ha asentado como blanquiazul es la posición de mediocentro defensivo… hasta que el pasado domingo. Porque en Talavera, dio un paso más en su evolución y trascendencia en el plan deportivista.
Óscar Cano recuperó la defensa de 5 que empleó de manera puntual ante el Rayo Majadahonda. Aunque en vez de apostar por tres centrales, dio cabida en esa línea a un Roberto Olabe que ejerció, más que nunca, de Álex Bergantiños en ese papel híbrido entre central y mediocentro que el capitán interpretó durante muchos partidos en la etapa de Borja Jiménez.
La doble función de Roberto Olabe en El Prado
En El Prado, Roberto Olabe fue todavía más red de seguridad para el Deportivo. Porque el vasco pasó de ejercer de sostén del centro del campo a hacerlo de la última línea. Olabe tuvo menos peso directo en el juego. Pero a su vez, su labor sin balón permitió al equipo ser muy atrevido en el primer tiempo en Talavera.
El centrocampista fue el ‘líbero’ en la línea de tres centrales con la que el Deportivo cerraba sen fase defensiva. Y su papel permitió al equipo coruñés presionar más arriba. Mientras, con balón, Olabe variaba su situación entre el teórico puesto de pivote defensivo y el de futbolista entre centrales en función de la zona y de la presión del rival. Se retrasaba para jugar de cara y crear una primera superioridad numérica si el equipo se encontraba ya en situaciones avanzadas de construcción. O ejercía como ‘señuelo’, jugando de espaldas y sin intención real de recibir, para atraer a un mediocentro rival cuando el Deportivo iniciaba desde atrás sus ataques.
De este modo, sin demasiado peso tangible en el juego pero con una enorme trascendencia en principios tácticos defensivos para dar equilibrio como las temporizaciones, las coberturas o las vigilancias, Olabe firmó una actuación tan poco agradecida visualmente como brillante y trascendente.
Así, Roberto Olabe dio un paso más para confirmarse como el ‘Álex Bergantiños’ de Óscar Cano. El capitán, indiscutible con Borja Jiménez -con el abulense obtuvo cerca de 400 de sus 600 minutos totales-, tan solo ha participado en 7 de los 17 partidos de liga del preparador granadino en el Deportivo. Solo en uno, ante el Linares -su debut en Riazor- fue titular. Desde entonces ha ido sumando ‘minutitos’, aunque hace un mes que no aparece en el verde. Su testigo lo ha recogido Olabe. Aunque al capitán blanquiazul, desde hace unos días en el top histórico de futbolistas con más partidos en el club, nunca se le puede dar por amortizado.