El Deportivo pasará de un duelo directo virtual como el que tuvo con la Ponferradina la semana pasada – la distancia en la tabla dista mucho de poder calificarlo como tal -, a uno totalmente real por el momento que atraviesan ambos equipos en la visita al Sabadell. Porque el cuadro arlequinado no ha empezado nada bien la temporada y recientemente ha cambiado de entrenador.
En la Nova Creu Alta duró la paciencia con Miquel Lladó 7 jornadas. El técnico, que había cogido al Sabadell a mediados de la temporada pasada en una situación delicada y había logrado la salvación, contó con escaso crédito en la nueva campaña y dejó su puesto en el banquillo para Gerard Bofill.
A falta de ver lo que ocurre en las próximas semanas, el revulsivo no ha tenido el efecto deseado de primeras. Porque el conjunto catalán llegó a Majadahonda con técnico nuevo, pero se marchó sin esa victoria segura que tanto pregona la sabiduría popular. El Rayo se impuso en el enfrentamiento de la parte baja dejando al Sabadell en puestos de descenso.
Dos triunfos y cinco derrotas
El Sabadell comparte así zona roja con el Deportivo con un punto menos a pesar de haber logrado una victoria más que el equipo coruñés. El problema para los arlequinados es que han perdido demasiado. Cinco derrotas en 8 jornadas hacen saltar las alarmas en un club que hace tres temporadas militaba en Segunda División.
Es cierto que no han tenido un calendario sencillo, ya que se han enfrentado hasta el momento a Real Unión, Ponferradina y Nàstic de Tarragona, todos ellos en la parte alta de la clasificación. Pero es que tampoco ha dado la talla contra los teóricos rivales por la permanencia, ya que si Bofill se estrenó con derrota en el Cerro del Espino, el verdugo de Lladó había sido un Fuenlabrada enrachado desde que venciera, precisamente, al Deportivo.