Muchas cosas han cambiado en el último año. En todo el mundo y también especialmente en el deportivismo. El 1 de marzo de 2020, hace 365, Riazor acogió su último partido con público antes de la pandemia. Antes de que el coronavirus entrase de lleno en España y en nuestras vidas, el Deportivo recibió al Lugo y lo hizo con 25.963 aficionados en las gradas. Fue un domingo a las 16:00h, y después de que el conjunto entonces entrenado por Fernando Vázquez hubiera sufrido en Zaragoza su primera derrota bajo las órdenes del técnico de Castrofeito.
17º clasificado y con solo dos puntos de ventaja sobre el descenso, marcado precisamente por el Lugo, los blanquiazules tenían el objetivo de seguir escapando de la zona baja aprovechándose de un Riazor en el que habían sumado 13 puntos de los últimos 15 posibles, pero no pudieron pasar del empate (0-0).
Quince partidos con restricciones
Desde entonces, Riazor ha acogido 15 partidos oficiales: seis de Segunda División, siete de Segunda B y dos de Copa del Rey, con un balance bastante positivo para el Dépor. Ocho triunfos, tres empates y solo cuatro derrotas son los resultados cosechados por el conjunto herculino, que sin embargo ha sufrido varios momentos dolorosos sin el apoyo de su afición. El traspiés contra el Extremadura la temporada pasada, el paripé contra el Fuenlabrada o perder contra el Celta B han sido tres de los puntos más tristes de la historia del Deportivo y ocurrieron sin público en la grada o con una presencia testimonial.
Esta temporada, Riazor ha podido recibir aficionados en varias ocasiones, pero siempre de manera muy limitada. La jornada inaugural contra el Salamanca, que se resolvió con un gol de Bóveda en el descuento, fue el día con mayor aforo: alrededor de 3.000 personas. Para el próximo encuentro ante el Pontevedra, las actuales restricciones de la Xunta permitirían la entrada de 500 espectadores.
Así estaba la grada en aquel Dépor – Lugo: