El técnico de los azulones disputó el pasado curso 28 encuentros como futbolista y esta temporada ha ascendido a entrenador del primer equipo tras el cese de Juan Merino, del que fue ayudante hasta la jornada 16.
Vicente Moreno es, sin duda, un caso particular dentro del fútbol español. En menos de un año, el actual preparador del Xerez ha pasado de ser el emblema de su equipo dentro del campo a serlo en los banquillos. Tras retirarse como futbolista al finalizar la pasada campaña -en la que disputó 28 partidos, 25 de ellos como titular-, Moreno decidió quedarse en el club de sus amores para ser el ayudante de Juan Merino, al que sustituyó el 4 de diciembre al frente de la plantilla azulona.
Los malos resultados y los once encuentros consecutivos sin ganar del Xerez provocaron el prematuro ascenso del valenciano al mando del primer equipo. En principio, la directiva lo eligió para conducir a la plantilla de manera provisional mientras buscaban otro técnico. El debut de Moreno no fue el deseado –cayó por 3-1 ante el Villarreal B-, pero logró ganarse la confianza de su presidente y de la grada en la jornada siguiente, con la contundente victoria por 3-0 ante el Cartagena.
Gracias al buen trabajo del ex jugador xerezano y a sus once temporadas en el club, el conjunto andaluz confirmó el pasado día 20 de diciembre su continuidad hasta el final de la presente campaña al considerar que “es la persona idónea” para encabezar el proyecto. El deportivista Álex Bergantiños aseguró ayer en rueda de prensa que Moreno le otorgará a su equipo una “mayor solidez”, algo de lo que ha pecado en exceso en lo que va de año.
El caso de Moreno no es el primero
Ha habido otras historias recientes de futbolistas que pasaron directamente de jugar a entrenar dentro del mismo club. El más característico es el de José Manuel Aira, el ex futbolista del Racing de Ferrol, que en una semana pasó de vestirse de corto a sentarse en el banquillo del conjunto blanquiverde.
También llama la atención el caso de Matías Almeyda. El actual preparador de River Plate fue uno de los jugadores protagonistas del descenso del conjunto argentino y, en cuanto finalizó el pasado campeonato liguero, decidió empezar a dirigir a los franjirrojos para ser el guía del camino hacia el ascenso.