Ya son muchos años desde que las aficiones del RC Deportivo y del Sevilla FC están hermanadas. Por eso es habitual en partidos entre sí ver a las aficiones unidas.
El pasado domingo no podía ser diferente y cerca de 1.000 aficionados blanquiazules se dejaron ver en el Sánchez Pizjuán para ver el empate 1-1 con los goles de Iborra y Oriol Riera. Aplausos para un lado y para otro, demostraron ambas aficiones la estima y el respeto que se tienen.
Por poner un ejemplo, en el momento del himno del Sevilla, la hinchada blanquiazul no se lo pensó y entonó la letra de la canción. Como buenos hermanos. Ejemplar. Suerte en lo que queda, Sevilla.