Juan Carlos Valerón ha sido protagonista principal de los mayores éxitos del Deportivo, que de la mano del ‘Flaco’ ha vivido, quizás, los mejores años de fútbol de su historia. Son muchas las imágenes inolvidables que el ‘21’ blanquiazul ha dejado plasmadas en la retina del deportivismo, y es probable que entre tanta magia cada aficionado se quede con sus propios momentos. En Riazor.org hemos querido destacar los instantes que, para nosotros, han sido los más importantes desde que en el verano del 2000 el de Arguineguín firmó por el conjunto herculino. Difícil elección.
El ‘Centenariazo’. Real Madrid 1 – Deportivo 2. 6 de marzo de 2002.
El Dépor llegó como víctima a la fiesta blanca, pero a los seis minutos de partido, lo que tardó Sergio en hacer el 0-1, dejó claro que el papel de invitado de honor no iba con él. A Valerón le costó aparecer, y en los primeros minutos del encuentro no marcó las diferencias, pero conforme avanzó el partido se hizo dueño y señor del mismo, manejando los tiempos y haciendo que los futbolistas merengues tan solo pudiesen perseguirlo sobre el verde, sin rumbo. Su actuación fue un escándalo, superó en todo a su eterno rival en los debates de bar, Zinedine Zidane, asistió a Tristán en el 0-2 y tuvo en sus botas el 1-3. Quizás, el encuentro decisivo en el que más brilló.
Highbury se le quedó pequeño. Arsenal 0 – Deportivo 2. 12 de marzo de 2002.
Para muchos, el mejor partido -por el fútbol, por el rival, por el lugar y por la competición- de la historia del Deportivo. Los blanquiazules se impusieron en el marcador y, sobre todo, en el juego a los Gunners de Arsène Wenger, encumbrado en aquel momento como el equipo que mejor jugaba al fútbol de Europa, con Thierry Henry a la cabeza, y que la temporada siguiente se llevaría la Premier League sin perder ni un solo encuentro.
Gran parte de la culpa de que los gallegos reinasen en Highbury la tuvieron la actuaciones estelares de Fran y de Valerón, que completaron un encuentro perfecto. El canario, incluso, abrió la lata con el 0-1 tras una gran asistencia de Quique Romero.
Supercopa de España 2002. Global de la eliminatoria: Deportivo 4 – Valencia 0. 18 y 25 de agosto de 2002.
El club coruñés fue un ciclón para los jugadores de Rafa Benítez, que nunca tuvieron opciones de alzarse con el trofeo ante el excelso fútbol de su rival. Valerón fue, sin discusión, el mejor futbolista en ambos encuentros, y el encargado de anotar el primer tanto en el partido de ida en Riazor, tras controlar un balón largo con la cabeza y definir con mucha clase ante la salida de Santi Cañizares.
Por fin, España venció en el Olímpico. Bayern de Munich 2 – Deportivo 3. 19 de septiembre de 2002.
Probablemente, la mejor actuación del ‘Flaco’ en toda su carrera, con participación decisiva en las tres dianas herculinas.
El Deportivo se plantó en el Olímpico de Múnich como víctima, con el precedente de que ningún equipo español había vencido en aquellas tierras, pero lo que nadie esperaba era que ‘El Mago’ fuese a completar, justo ese día, su número más brillante. Valerón volvió locos a Jeremies y a Ballack durante los 90 minutos con su mejor repertorio: regates de 360 grados marca de la casa, desmarques a los espacios necesarios, combinaciones y muchas, muchas, paredes con sus compañeros. Precisamente, de una asociación con Sergio al primer toque llegó el tanto inicial de Roy Makaay, después de que el canario diese su asistencia más recordada, sin mirar, dejando solo al holandés tras superar con un pase elevado y milimétrico a toda la zaga muniquesa.
Su segunda aparición clave fue en el 0-2 de los coruñeses, cuando envió un balón en profundidad por alto a Héctor, este ganó línea de fondo y dio el pase de la muerte a Makaay, que dobló la ventaja de los visitantes.
Sin embargo, el Bayern empató el choque a la salida del descanso, y cuando parecía más cerca el 3-2 que el 2-3, otra vez apareció ‘El Flaco’, que recibió un balón en el centro del campo, controló con el pecho y, sin dejar caer el esférico, volvió a dejar solo a Makaay con una asistencia que se coló entre los dos centrales del Bayern para que el holandés hiciese el tanto definitivo.
La mayor hazaña del fútbol europeo. Deportivo 4 – AC Milan 0. 7 de abril de 2004.
La remontada al AC Milan campeón de Europa de Carlo Ancelotti, Nesta, Kaka’, Maldini, Seedorf, Pirlo y Shevchenko, entre otros, ha sido hasta el momento la recuperación de un resultado más importante de la historia de la Liga de Campeones. Como no podía ser de otra forma, Valerón fue protagonista durante los 90 minutos de una de las mayores hazañas del deportivismo.
El de Arguineguín estuvo bien, aunque no fue uno de sus mejores partidos a nivel individual, dada la elevada intensidad con la que se vivió el enfrentamiento, con menos elaboración de la que le hubiera gustado al canario. Sin embargo, fue partícipe del resultado final, al lograr de cabeza el 0-2 tras un gran centro de Luque que se comió Dida. El guardameta brasileño había detenido previamente un lanzamiento ajustado del ‘21’, que no falló en su siguiente oportunidad.
Recuperación definitiva. Deportivo 3 – Valladolid 1. 27 de enero de 2008.
El encuentro que los gallegos disputaron ante los blanquivioletas se recuerda por ser el de la resurrección deportivista en la campaña 2007/2008, pero fue también la resurrección de Juan Carlos Valerón. Hasta ese día, y tras sufrir tres lesiones en su rodilla derecha, llegó a pensar que “iba a ser difícil volver a jugar”.
‘El Flaco’ reapareció ante los pucelanos después de superar una lesión en el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda que se produjo en el primer encuentro del 2006 ante el Mallorca y que tardó dos años en superar, hasta el 27 de enero de 2008, fecha en la que se disputó el enfrentamiento con los pucelanos. Desde entonces, una pequeña lesión en el gemelo izquierdo ese mismo año fue su mayor problema físico hasta el día de hoy.
El ascenso. Deportivo 2 – Huesca 1. 27 de mayo de 2012.
Valerón fue suplente ante los aragoneses tras haber sido indiscutible en toda la temporada 2011/2012, de la mano de un Jose Luis Oltra que le devoldió el protagonismo que no tuvo a las órdenes de Miguel Ángel Lotina.
Con 36 ‘tacos’, Valerón fue el estandarte blanquiazul y deslumbró a toda la afición española, también en Segunda División, donde muchos pensaron que no aguantaría por el físico, por los campos pequeños, por la presión. Él, simplemente, sonrió, jugó y devolvió a sus compañeros el fútbol vistoso que habían perdido en los últimos años. La recompensa la logró en la penúltima jornada, con el regreso por la puerta grande a la máxima categoría y manteado por sus compañeros. Volvió a creer en su físico y en su nivel, y decidió continuar un año más en A Coruña.
Jorge García