1. Gran victoria, segunda consecutiva, que permite al Deportivo mirar desde las alturas los puestos de descenso. Una victoria en la que el Dépor no ofreció un repertorio de fútbol ofensivo y de oportunidades, pero que sí supo cómo jugar al Eibar y cómo superarlo en cada momento del partido. Con las bajas ya sabidas -y aún así muy importantes- de José Rodríguez y Sidnei Rechel, el conjunto blanquiazul mostró solvencia, eficiencia y determinación. Continúa en un gran momento, el mejor de esta temporada. Por cierto, de nuevo portería a cero.
2. Conseguir los tres puntos en el encuentro permitió al aficionado blanquiazul mirar la tabla clasificatoria todo este fin de semana una y otra vez. También poder visionar los partidos de los rivales directos y prácticamente toda la jornada. Cuando uno hace su trabajo, da gusto mirar cómo lo hacen los otros. Tener un colchón de puestos en la tabla (que no puntos) es importante. No es lo mismo para un jugador salir a un encuentro sabiendo que tu equipo está en puestos de descenso, que otro que sale al campo consciente de que tiene cinco, seis u ocho conjuntos por detrás. No existe esa presión añadida, no te tiemblan tanto las piernas. Ésta es la importancia de ver a tantos por debajo.
3. Un pilar importante en esta mejoría del conjunto blanquiazul es la pareja de mediocentros. Víctor Fernández ha encontrado su núcleo duro después de muchas probaturas. Ni José Rodríguez, ni Juan Domínguez, ni Medunjanin, ni Cezary Wilk… el Dépor ha encontrado su binomio en Álex Bergantiños y Celso Borges. Del de La Sagrada ya hemos hablado en muchas ocasiones y seguramente todos estemos de acuerdo en que atraviesa el mejor momento de su carrera deportiva, mientras que al costarricense por fin lo vimos más de cerca, en Riazor. El tico es un jugadorazo. Temple, sosiego, despliegue físico y una planta que personalmente me recuerda bastante a Abel Aguilar, sobre todo cuando juega con esa suficiencia que caracterizaba al colombiano en su temporada como blanquiazul.
4. Otro aporte sustancial a esta mejoría es la personalidad de los laterales del Deportivo, la vía de escape para salir con el balón controlado desde la defensa. Tanto Juanfran Moreno como Luisinho Correia aportan desequilibrio desde atrás y desparpajo en los últimos metros. Casi siempre se incorporan por sorpresa y casi siempre libres de marca. Además, tienen calidad en el centro, un valor que se cotiza al alza en los defensores. La mejor pareja de laterales de toda la parte baja de la tabla. Palabra de Adrián Calviño.
5. «Tiene ángel», decía Víctor Fernández de Lucas Pérez una y otra vez en rueda de prensa cuando este estaba lesionado. Ahora ya sabemos a lo que se refería. Hay futbolistas con estrella y Lucas Pérez es uno de ellos. Desconozco si le pasaba en Ucrania y Grecia, pero no hay duda de que le sucede en España. Y sobre todo en A Coruña. Tres partidos en Riazor, solo este último completo, logrando tres goles en dos victorias y un empate. 58 minutos contra el Valencia, 56 ante el Granada y 90 frente al Eibar. 204 minutos de magia coruñesa.
6. Buen partido también de la pareja de centrales Pablo Insua – Alberto Lopo. Entre el gallego y el catalán frenaron las acometidas visitantes, prácticamente siempre por arriba buscando el juego aéreo de Federico Piovaccari. Al italiano lo ataron en corto y por ello Fabricio apenas tuvo que intervenir. Cuando se recupere Sidnei, Víctor Fernández tendrá que tomar una decisión: a quién deja en el banquillo.
7. Uno de los únicos puntos negros de la victoria fue el papel intrascendente de Isaac Cuenca en el ataque del Deportivo. El de Reus tenía ante sí una oportunidad única para ganarse el cariño del público aprovechando la baja del sancionado José Rodríguez. La impresión es que este tren lo ha dejado pasar. El runrún de la grada ya lo ha sentido. Veremos si repite titularidad ante el Real Madrid.
8. Para finalizar, analizar el debut de Hélder Costa. Descubrimos en su segunda intervención (en la primera no lo pudimos apreciar) que era zurdo cerrado. Pero cerradísimo. Entre cinco y seis toques al balón en conducción, todos con su pierna izquierda. Habilidoso y veloz, el portugués viene a disputarle el puesto de revulsivo al inseguro Diogo Salomão, aún sin confianza para competir.