1. Mal encuentro del Deportivo en La Rosaleda, probablemente el peor que ha hecho el equipo gallego hasta el momento esta temporada y que coincide con la primera derrota a domicilio. Le costó mucho entrar en el partido y cuando lo hizo recibió los dos mazazos del Málaga a los cuales no supo reaccionar. La línea del centro del campo no estuvo cómoda sobre el campo mientras que los atacantes apenas entraron en juego. Veníamos hablando de un Dépor dominador, veterano y con experiencia para sacar partidos adelante que otros años se hubiesen ido. El domingo no se mostró como tal. ¿Es ésta una bofetada de realidad para el equipo de Víctor Sánchez o es la lógica de la competición? El Dépor, no obstante, sigue en puestos de Europa League.
2. Teniendo ya una perspectiva de partidos estamos viendo la línea descendente de los de Víctor Sánchez en la temporada. Tres encuentros consecutivos sin ganar y en los dos últimos no han tenido el control y el ritmo del partido. El equipo ha perdido cierta frescura para tocar con fluidez en el centro del campo y para llegar con dinamismo a los últimos metros. Ahora viene el Atlético de Madrid, que ha hecho contra el Valencia su mejor partido del curso, y el Dépor necesita reaccionar.
3. Volvió Víctor en La Rosaleda al 4-4-2 tras haber optado por el 4-2-3-1 frente al Athletic de Bilbao en Riazor. Luis Alberto al banquillo y Oriol Riera junto a Lucas en la delantera. Fayçal Fajr se situó en la izquierda y la banda derecha fue para un Fede Cartabia que había sido determinante en la remontada ante los vascos.
4. El inicio del encuentro fue un avasallamiento sobre el área de Germán Lux a causa de la necesidad del Málaga y la intensidad que impusieron los de Javi Gracia. Treinta minutos de dominio local con el conjunto herculino sin poder salir aseadamente desde atrás e incapaz de dar tres pases seguidos en el centro del campo. El contexto era evidente: el Dépor llegó al choque de La Rosaleda para jugar un partido de Liga y se encontró que estaba metido dentro de una final. Aún así aguantó esas embestidas el Dépor, con una correcta línea defensiva, y se comenzó a asomar a la portería de Kameni.
5. Hubo una ocasión clave que pudo cambiar el signo del partido. En el 28′ contragolpe perfectamente conducido por Lucas Pérez, pase al hueco a un Oriol Riera que primero deja sentado a Welington y después pone el balón en el palo. El fútbol son momentos, escribió Pepe Torrente en Riazor.org. Y estoy seguro de que si ese disparo del catalán entra en la portería, el Málaga se hubiese venido abajo. Daba igual haber sido mejor antes. Esa situación de necesidad de puntos y de goles, de dominio durante media hora a tu rival en tu propia casa y de aún así encontrarse por debajo en el marcador es complicada de superar. Pero el balón no quiso entrar.
6. Entró el Dépor tarde en el partido y fue entonces cuando el Málaga encontró más huecos en la defensa deportivista. En la segunda parte, con los de Víctor Sánchez más pendientes de combinar que de cerrar, tanto Juankar como Tighadouini tuvieron metros para correr a la espalda de los laterales. El primero es fuera de juego posicional de Welington, pero antes habían anulado uno a Charles que no era. Uno por otro. El peor para la imagen deportivista fue el segundo, enorme pasividad defensiva de toda la zaga con un Borges que hace la estatua ante la entrada de Juankar.
7. Poco o nada aportaron los cambios que introdujo el técnico madrileño desde el banquillo. Luis Alberto es un futbolista diésel, que estira su calidad al paso de los minutos y no tuvo protagonismo en su regreso a Málaga. Las otras dos permutas fueron para la banda derecha. Ni Juanfran ni Cani por delante de Laure llegaron a línea de fondo para poner buenos centros a los delanteros. Muy poquito también aportó Fede Cartabia saliendo de inicio. Se refuerza la idea de revulsivo, un futbolista capaz de dinamitar los partidos con 15-30 minutos.