Mucho se ha escrito a lo largo de los años sobre el fin de la relación entre Augusto César Lendoiro y Arsenio Iglesias. La despedida del técnico de Arteixo durante las celebraciones del título de Copa logrado contra el Valencia en 1995, saliendo de Riazor sin mediar palabra y prácticamente por la puerta de atrás, quedaron en la memoria colectiva del deportivismo. El día a día erosionó el entendimiento de una pareja que durante la primera mitad de los 90 irrumpió con la fuerza de un huracán en el fútbol español. Pero sólo con la sintonía que ambos mantenían se pueden entender el SuperDépor. Y esa sintonía la recogió la TVG poco después del ascenso de 1991.
En el plató del programa En Xogo, entrenador y presidente narraban sus sensaciones tras el éxito contra el Murcia y Arsenio dejó una reflexión sobre el dirigente de Corcubión: «Es un presidente que no es el típico entre los presidentes españoles. Es otra cosa. Creo que no será fácil encontrar un dirigente como Augusto César. En cuestión de dirigir un club, tiene una idea especial. Deja trabajar tranquilo a la gente, da tranquilidad y puedo decir que estoy aquí porque está él. En cualquier club normal, el entrenador no podía estar todo el año tal y como se presentaron las cosas en algún momento. Pero siempre mantuvo su tranquilidad, sus consejos, su forma de ver las cosas».
Este serán poderedes ver na G2 o partido do ascenso do @RCDeportivo en 1991. 📺
Á conclusión do encontro, no En Xogo estiveron Arsenio Iglesias e Augusto César Lendoiro. Esto dicía o de Arteixo do seu presidente👇
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— En Xogo tvG2 (@EnXogo_tvG2) April 26, 2020
Una norma que Lendoiro sólo se saltó en su última etapa
Esa paciencia, esa tranquilidad para confiar en los entrenadores, fue una cualidad de la que Lendoiro pudo presumir durante prácticamente toda su trayectoria en la presidencia del Deportivo. En 25 años, su nómina de entrenadores se reduce a 11. Pero esta cifra tiene un asterisco, ya que tres de ellos se alternaron en su antepenúltima temporada, cuando Oltra, Domingos Paciencia y Fernando Vázquez pasaron por el banquillo. Ese año, Lendoiro tuvo que cambiar de entrenador dos veces con la temporada en curso, sólo una menos de las que lo había hecho en todo su mandato: Boronat, Toshack y Carlos Alberto Silva.