Tras el fin del curso 20/21 y la salida de un «orgulloso» Rubén de la Barrera, Borja Jiménez ya es el entrenador del Deportivo. Ahora, el club tendrá que definir una larga pretemporada y los cambios a efectuar en su plantilla. Sin embargo, mientras se van despejando las diferentes incógnitas, desde el Dépor ya se ha fijado la meta del curso venidero. “El objetivo de la próxima temporada será ascender”, aseguró el presidente, Antonio Couceiro. Y si de algo sabe el recién llegado Borja Jiménez, indudablemente es de ascensos.
El nuevo míster blanquiazul ha logrado subir a Segunda en dos ocasiones en su breve trayectoria en los banquillos. El primero de los dos ascensos de Borja Jiménez fue en la campaña 18/19, cuando dirigía al Mirandés. Y solo un curso después, el abulense repetía marca con el Cartagena. Así, con el Dépor Jiménez buscará su tercer salto a la división de plata en solo cuatro temporadas.
Fortín en casa y máximo sufrimiento con el Mirandés
Cuando ascendió con el Mirandés, Borja Jiménez vivía su primera temporada a los mandos del club burgalés. Además, también era su primera experiencia en un club de cierto nombre, pues anteriormente había dirigido a Ávila, Valladolid B, Izarra y Rápido de Bouzas. El inicio de curso no fue sencillo para el conjunto de Anduva, que en las primeras seis jornadas solo logró dos triunfos. A partir de ahí, los de Jiménez fueron enderezando su rumbo, con cuatro victorias en los siguientes seis partidos.
De este modo, el Mirandés alcanzaba la segunda plaza a finales de 2018 y ya nunca abandonaría la zona alta de la tabla. Con el cambio de año y de vuelta, el equipo fue ganando solidez, especialmente como local. De hecho, en Anduva tan solo sufrieron una derrota en toda la temporada. Con todo, el alto número de empates cosechados (12 en 38 jornadas) fue un lastre para pelear por el liderato y entrar en la ‘vía rápida’ del playoff. Así, el equipo de Miranda de Ebro concluyó en tercer lugar la fase regular, afrontando una promoción de ascenso con tres eliminatorias a doble partido.
En la primera ronda, el equipo dirigido por el hoy técnico del Dépor se midió al Atlético de Madrid B. Tras un empate sin goles en el Cerro del Espino, el filial colchonero se adelantó en la vuelta gracias a un gol del exdeportivista Pinchi. Sin embargo, los de Borja Jiménez hicieron valer su condición de locales y terminaron remontando el encuentro y la eliminatoria con un gol de penalti en el 82′.
El ‘efecto Anduva’ también fue clave en la segunda ronda, que se abrió con un 1-0 ante el Recreativo de Huelva. En la vuelta, los andaluces estuvieron a punto de llevar el encuentro a la prórroga, pero de nuevo un tanto desde los 11 metros (esta vez en el 90′) selló el pase para el Mirandés. El guion se repetiría en la final, que midió a los burgaleses con el Atlético Baleares. En Anduva, los de Jiménez firmaron un claro 2-0. Pero en el choque definitivo, tocó sufrir y el ascenso llegó con el resultado más ajustado posible, una derrota por 3-1.
En Cartagena, sucesor de Munúa y líder ‘in extremis’
Tras subir con el Mirandés a la Segunda División, Borja Jiménez iniciaba la que es hasta ahora su única experiencia en el extranjero. Fue en la Primera División griega, de la mano del Asteras Tripolis. Sin embargo, esta aventura helena solo duraría 12 partidos. De este modo, el míster volvía a la Segunda B para tomar los mandos de un Cartagena que ya marchaba líder de su grupo. Justo antes del parón navideño, los murcianos se habían quedado sin míster por la salida de Gustavo Munúa, que dejó el club por una oferta de Nacional de Montevideo.
Así, Jiménez llegaba a un equipo con el rumbo marcado pero que todavía debía certificar el objetivo. Como en el Mirandés, el técnico tardó un poco en hacer que su estilo cuajase. De hecho, con un triunfo, un empate y dos derrotas como racha inicial, el Cartagena perdía el liderato por primera vez en varios meses. Los números fueron mejorando en febrero, aunque el equipo llegaba a su duelo (aparentemente no de especial relevancia) del 8 de marzo de 2020 en segunda posición. Ese día, un doblete de David Andújar en la visita del Cartagena a Córdoba y el empate sin goles del Marbella ante el Recre permitían al equipo de Borja Jiménez recuperar el liderato. Ponerse en primera posición en dicho encuentro terminaría siendo de vital importancia, pues el fútbol y medio mundo se pararían desde entonces por la pandemia.
Cuando la competición volvió a Segunda B cuatro meses después, lo hizo con un playoff ‘exprés’ que jugaron solo los campeones de grupo. Ahí, el destino cruzó otra vez al Atlético Baleares en el camino de Borja Jiménez. Y de nuevo, los lanzamientos desde los once metros fueron clave para el de Ávila. Tras un empate sin goles en 120 minutos de juego, el ascenso se decidió en la tanda de penaltis. En ella, el exdeportivista Marc Martínez se convirtió en el héroe del equipo al detener el quinto chut.
Tras el segundo de sus ascensos, Borja Jiménez siguió en el Cartagena para la campaña 20/21, en la que se estrenó en Segunda División. El técnico logró mantener al equipo fuera del descenso en todo momento, aunque su trayectoria fue de más a menos. Entre noviembre y diciembre, el club murciano cayó en seis de sus ocho encuentros ligueros. Finalmente, la eliminación copera ante un Pontevedra de inferior categoría fue la gota que colmó el vaso y propició su destitución. Ahora, Jiménez buscará en el Deportivo recuperar un lugar en la división de plata tanto para sí mismo como para la entidad herculina.