El Deportivo visitará este sábado La Planilla para enfrentarse al Calahorra, en el que será el segundo partido a domicilio para los de Borja Jiménez. A pesar de que el equipo riojano no ha tenido un buen comienzo de liga, con solamente un punto en su casillero, son un equipo muy a tener en cuenta. Claro reflejo de ello fue la temporada pasada, cuando el cuadro entonces dirigido por Diego Martínez se quedó a un partido de conseguir el ascenso a Segunda División.
El Calahorra fue, junto con equipos como Unionistas, Zamora o Celta B, una de las revelaciones de la campaña anterior en la categoría de bronce. Eficaces arriba y fuertes en defensa, el equipo rojillo se consolidó como uno de los muros inexpugnables de la Segunda B. Los datos hablan por si solos: 11 victorias, 9 empates y 5 derrotas para un equipo que solo encajó 12 goles a lo largo de la temporada.
Cabe destacar que solo dos rivales, Real Sociedad B y Bilbao Athletic, fueron capaces de hacer más de un gol al Calahorra en un mismo partido, en sus victorias por 1-2 y 2-1, respectivamente.
Un verano de cambios para el equipo rojillo
Los equipos de Segunda B adoptan a tener veranos muy cambiantes en cuando a jugadores y cuerpo técnico. Y el Calahorra no ha sido una excepción. Tras el buen nivel mostrado la campaña anterior, han sido muchas las novedades que han aterrizado en La Planilla. La primera de ellas y piedra angular del proyecto fue la llegada de Eduardo Docampo al banquillo. Será la primera aventura en solitario para el entrenador bilbaíno sin experiencia en la categoría, que llega al Calahorra tras nueve años formándose como técnico en distintos equipos rusos.
En el plano deportivo, el mercado estival se ha saldado para el Calahorra con 14 altas y 14 bajas. De su plantilla, caracterizada por el buen hacer colectivo, habría que destacar nombres como el portero, Julio Iricibar, Eneko Zabaleta, Carlos Vicente y el mediapunta Manu Ramírez.