El duelo del domingo en Riazor entre Deportivo y Coruxo enfrentará a una de las mejores defensas de Segunda B contra un ataque que hasta ahora ha sido inoperante. Además de la dificultad que ya debe ser de por sí visitar el feudo herculino, el conjunto que dirige Michel Alonso tendrá que arreglárselas para encontrar una pólvora que no han tenido hasta el momento y seguramente lo hagan ante el peor rival posible.
El cuadro de Fernando Vázquez está siendo una roca y ya supera los 200 minutos sin encajar un tanto. Y ese muro debe hacerse fuerte ante un equipo que en las tres jornadas que se han disputado todavía no ha sido capaz de abrir su cuenta goleadora. El Coruxo marcha ahora mismo colista del subgrupo después de dos derrotas y un único empate, la semana pasada ante el Compostela.
En el que será el primer duelo entre el Dépor y el club de O Vao, los visitantes tratarán de estrenar su casillero ante una defensa que hasta ahora se está mostrando muy sólida. De momento fallaron en el intento ante el Zamora en el primer partido, ante el Salamanca y también contra el conjunto santiagués.
La pandemia y el cambio de realidad del Coruxo
El mal inicio de curso puede meter en problemas a un Coruxo que lleva haciendo muy bien las cosas en Segunda B durante una década. De hecho, cuando llegó la pandemia y obligó a parar la competición, el cuadro vigués marchaba quinto a sólo cuatro puntos del playoff de ascenso a Segunda. No participó en las eliminatorias por el título cuando se reanudó la liga y ahora, en este año de transición, puede verse abocado a pelear por no perder la categoría si no logra enderezar el rumbo cuanto antes.