Cristóbal Parralo vivirá este sábado su primer derbi como técnico herculino, al igual que su homónimo en el banquillo rival: Juan Carlos Unzué, que lo vivirá por primera vez al mando del Celta, tras ser segundo de Luis Enrique durante su etapa en Vigo. Las similitudes no son pocas, ya que ambos afrontan su primera temporada en sus respectivos clubes tras una vida como futbolistas. Los dos son entrenadores desde hace relativamente poco, sin contar con demasiada experiencia en el fútbol profesional, ocupando actualmente el puesto más exigente y de más nivel desde que ambos decidieron colgar las botas.
Cristóbal inició su carrera hace 30 años, debutando como lateral derecho en el Barcelona. Mientras, Unzué era guardameta del Osasuna iniciando su trayectoria en el mundo del fútbol un año antes. Nunca llegaron a coincidir en el mismo equipo pese a que ambos defendieron la elástica blaugrana y el escudo del Real Oviedo en diferentes etapas, compartiendo vestuario de forma anecdótica en alguna ocasión en Barcelona antes de que Cristóbal saliese cedido. Los dos tuvieron numerosos éxitos a lo largo de su carrera, como la Recopa y Copa del Rey conseguida por el actual entrenador del Celta o la Champions de 1991/92 con Cristóbal como integrante de la plantilla catalana, entre otros títulos.
Tras colgar las botas, Cristóbal pasó a ser director deportivo del Espanyol, desde el 2003 al 2006. Pronto inició su experiencia en los banquillos, formando parte del cuerpo técnico del conjunto espanyolista y como ayudante de Camacho en el Benfica. Su primer trabajo como entrenador fue en la PD Santa Eulalia, para posteriormente dirigir al Girona en Segunda División. No consiguió responder a las expectativas en ambos equipos lo que le llevó al Damm en el en 2012 para, cuatro años después, unirse al Fabril. Tras una gran temporada en Tercera, Cristóbal consiguió el ansiado ascenso y comenzó la campaña en Segunda B de forma destacada, lo cual motiva su paso al primer equipo tras la salida de Pepe Mel. Por su parte, Unzué comenzó siendo entrenador de porteros en el 2003, en el Barcelona de Frank Rijkaard. Siete temporadas después, se embarca en su primer trabajo como entrenador, dirigiendo al Numancia en Segunda y finalizando el año en el décimo puesto. Tras una segunda etapa en el club culé y su frustrada incorporación al Racing de Santander, Unzué formó parte del equipo técnico de Luis Enrique en Vigo y en Barcelona, lo que le sirve para, este año, retomar su carrera como primer entrenador a los mandos del Celta.
Actuando como primer entrenador, Juan Carlos Unzué ha cosechado 22 victorias en los 58 partidos oficiales que ha dirigido, entre Numancia y Celta de Vigo. Además ha sumado 9 empates y 27 derrotas. Pese a que Cristóbal tampoco tiene una dilatada trayectoria, tiene más experiencia que el técnico olívico en los banquillos. Sin embargo, con equipos de Primera y Segunda División solamente ha dirigido 20 encuentros, con 5 victorias, 5 empates y 10 derrotas.
Juego combinativo y alta presión como idea de juego
Cristóbal explicó que quiere que su equipo «busque la victoria desde el minuto uno», lo que es un indicativo de la intensidad que quiere que su conjunto plasme sobre el terreno de juego. El estilo que quiere imponer el técnico deportivista favorece la posesión y el juego combinativo sin renunciar al contragolpe, optando por momentos por un fútbol más directo y vertical. A la vez, quiere evitar que el rival cree peligro proponiendo una alta presión ya desde la parcela atacante y con ayuda de los mediocentros. Como se vio en su etapa en el filial blanquiazul, Parralo suele optar por un sistema con tres medios y tres atacantes o bien un 4-2-3-1, como se refleja en los últimos partidos del Deportivo. Unzué opta por un estilo en el que la posesión es de máxima importancia. El entrenador navarro bebe de la idea de juego que empleó el Barcelona durante los últimos años, intentando realizar un fútbol vistoso construyendo desde atrás, intentando jugar siempre el balón. Al igual que Cristóbal, quiere que sus equipos recuperen el esférico cuanto antes presionando al rival. Actualmente en el Celta usa un esquema similar al de Parralo, con Iago Aspas en banda, aunque puede variar para que el delantero de Moaña actúe como segundo punta tras Maxi Gómez.