Un centrocampista con cerebro de ingeniero y alma de obrero. Un mediocentro híbrido, capaz de aportar un notable manejo de balón y físico para ir y volver. El Deportivo ya tiene al ‘box to box’ que buscaba. Y, a la vez, ha encontrado a un futbolista para elevar el nivel de su doble pivote también con pelota. Todo eso es Denis Genreau, un futbolista franco-australiano que llega de la Ligue 1 para sumar desde ya.
Genreau apunta a poder rendir de inmediato. Por nivel, pero también por capacidad física. Porque aunque el internacional con Australia en 5 ocasiones (las dos últimas, en septiembre del 2023) apenas ha superado los 350 minutos este curso entre liga y copa, viene de acumular casi toda su participación (más del 80%) en un enero en el que había pasado de futbolista invisible en el Toulouse a titular en los tres últimos encuentros del mes: ante Montpellier y Olympique de Lyon en liga, y frente al Laval en copa.
En esos partidos, a los que sumó participaciones contra el Estrasburgo y el Lens para comenzar el año 2025, Denis Genreau demostró que la ausencia de actividad no le había supuesto una merma evidente a la hora de tener a punto su motor. Un motor que es, quizá, su cualidad más destacada dentro de un amplio abanico de recursos que lo convierten en un centrocampista muy completo.
Para empezar, Genreau es mediocentro. Así lo ha dejado claro él y así lo demuestra su juego. En las últimas campañas ha venido jugando mucho de mediapunta e incluso ha ocupado en los últimos años puestos en los carriles exteriores. Pero es mediocentro. Y lo es porque desde esa posición puede sacar a relucir su destacada su hiperactividad a la hora de ofrecerse tanto en la base de la jugada como en el tercio final.
Denis es capaz de intervenir mucho y precisamente por eso, el Deportivo no debería buscar en él a su pivote más posicional, sino a un centrocampista al que poder darle vuelo. Bien sea en un centro del campo de dos o de tres, el mejor Genreau es el que puede disponer de libertad para ir y venir. Para tener posibilidad de recorrido y poder sacar a relucir un poderosísimo motor acompañado de una fuerte carrocería.
Porque sus 175 centímetros no deberían engañar a nadie. Genreau sabe optimizar muy bien su cuerpo. Y eso le convierte en un notable ganador de duelos. No podría ser de otro modo para contar con minutos en el doble pivote de un equipo de la zona media de la física Ligue 1. Así ha venido siendo en el citado mes de enero, en el que Genreau ha acompañado en la sala de máquinas Cásseres en el 5-4-1 del Toulouse. En Francia, o comes o te comen. Y Denis Genreau es de los primeros.

Esa posición de mediocampista en un eje de dos o de tres le permite, además, ver el fútbol de cara a la portería rival. Y es a partir de ese posicionamiento, que no le obliga a recibir de espaldas al acoso del rival y a la meta contraria, cuando ofrece su mejor versión. Porque aunque Denis Genreau puede ser un ’10’, a sus 25 años no destaca ni por su habilidad para ubicarse bien perfilado ni por un control orientado óptimo que le permite girarse.
¿Quiere esto decir que Genreau no podría sustituir a Mario Soriano en caso de necesidad? Por supuesto que no. Al igual que el madrileño, el francés criado en Australia tiene el fútbol en su cabeza. Denis se ofrece con frecuencia en los ataques posicionales y sus ojos ejercen continuamente de escáner antes de recibir para detectar el posicionamiento de compañeros y rivales y elegir la mejor opción para darle continuidad a la jugada. Una continuidad que logra gracias a una gran calidad y rango de pase con su pierna derecha.
Sin embargo, al contrario que Soriano, Denis no tiene esa habilidad para girar y fintar. Disfruta más jugando enfocado hacia la portería contraria, bien para ejercer de organizador, bien para trazar desmarques de ruptura o acompañar el ataque en segunda oleada. Precisamente en optimizar esas llegadas y dejar cifras está su capacidad de mejora, pues Genreau apenas ha ofrecido goles y asistencias a lo largo de una carrera que en la 23/24 sufrió un frenazo justo en el momento de despegue. Porque después de ganar la Copa de Francia y clasificarse para Europa League, las lesiones le impidieron tener continuidad en el nuevo proyecto liderado por el español Carles Martínez Novell.
Denis Genreau, un Villares forjado ya en la élite
Por compararlo con alguien de la actual plantilla, el Dépor gana con Denis Genreau a un futbolista más parecido a Diego Villares, aunque con balón ofrece reminiscencias de la versión de Mario Soriano en el doble pivote del equipo blanquiazul. Genreau tiene capacidad para jugar en ritmos altos. Y de hecho, si adquiere un rol con libertad, ayuda a imponerlos debido a sus movimientos sin balón en fase ofensiva tanto a la hora de ofrecerse al apoyo como en rupturas, pero también a su capacidad defensiva.
Con el galo, el Deportivo adquiere a un futbolista tremendamente interesante en la presión tras pérdida por su activación y su fortaleza física, que también le permite ser competente en los duelos aéreos a pesar de su estatura. Además, Genreau tiene piernas para el repliegue, por lo que Óscar Gilsanz podrá contar con un mediocentro que es como una navaja suiza, capaz de sumar en prácticamente todas las situaciones de juego, balón parado incluido. Con el condicionante positivo de saber ya lo que es rendir en una de las cinco grandes ligas europeas, Denis se prueba en España buscando en A Coruña la continuidad que le permite demostrar que es el centrocampista dinámico ideal para asentarse en la élite.