El mes de mayo fue para el Deportivo el de la tranquilidad definitiva. En el primer fin de semana del mes, el cuadro herculino hizo matemática su permanencia después de golear al Albacete. Esa tranquilidad se convirtió en relajación de cara a las últimas jornadas. Tras aventajar en 13 puntos a la zona roja, a falta de 12 por disputarse, el Deportivo se dejó ir en las últimas jornadas y no volvió a ganar desde la plácida victoria ante el Albacete.
Yeremay para guiar al Dépor hacia la permanencia
El Deportivo se enfrentaba al Albacete justo después de que el Almería golease (5-0) al Eldense. Gracias a este resultado, los blanquiazules tendrían su primera bola de partido con respecto a la permanencia. No la desaprovecharon y certificaron su presencia por una temporada más en la categoría de plata.
El encuentro comenzó igualado, sin mucha acción, pero en un abrir y cerrar de ojos el partido enloqueció. En menos de diez minutos, entre el 28 y el 34, hubo tres goles que cambiaron el rumbo del choque. Se adelantó el Dépor con una nueva genialidad de Yeremay. El canario firmó uno de los goles de la temporada después de regatear a varios rivales y poner el balón en la escuadra de la portería visitante.
Sin tiempo casi para celebrar, el Albacete igualó el marcador. Al intentar despejar un centro, Jaime se introdujo el balón en su propia portería a la media hora de juego. El chiclanero pudo redimirse de su error provocando un penalti tan solo dos minutos después. Yeremay haría su doblete desde los once metros para volver a adelantar a los blanquiazules antes del descanso. El cuadro manchego pudo empatar el partido antes del entretiempo, pero el VAR anuló su tanto por fuera de juego.
En la segunda mitad siguió la locura en Riazor. Esta vez le tocó a Zakaria. Menos de un minuto después de la reanudación, el neerlandés hizo una galopada desde el medio campo que acabó con un recorte a su perseguidor y el balón en la escuadra de la portería de Lizoain. El atacante blanquiazul también firmaría su doblete después de rematar de cabeza un centro medido de Yeremay.
El Albacete, con el 4-1 en el electrónico, buscaba un gol que le diese algo de esperanza en los minutos finales. Javi Martón lo encontró a falta de 20 minutos, pero el VAR volvió a anularle el tanto por posición antirreglamentaria. Para sentenciar, Barbero remató a placer un centro de Petxarroman, poniendo el 5-1 definitivo en el electrónico.
El inicio de la relajación
Ya con la permanencia en la mano, al Deportivo solo le quedaba soñar con el playoff. Los blanquiazules necesitaban ganar sus últimos cuatro partidos y esperar a que sus rivales en esta lucha tuvieran algún tropiezo. Finalmente pasó todo lo contrario. El Deportivo no volvió a puntuar en lo que quedaba de temporada.
La primera derrota llegó en Gijón. En una primera parte muy gris del Dépor, Nico Serrano y Nacho Méndez pusieron en ventaja al Sporting con dos goles. En el segundo tiempo continuó el asedio de los rojiblancos, pero el Deportivo mejoró con el paso de los minutos. Barbero le puso emoción al tramo final tras rematar un gran centro de Diego Gómez a falta de media hora. Finalmente el marcador no se movió de ese 2-1 y los tres puntos se quedaron en El Molinón.
El bajo rendimiento visto en Gijón se trasladó el fin de semana siguiente a Riazor. En la semana en la que el deportivismo celebraba el 25 aniversario del título de Liga, los jugadores blanquiazules no fueron capaces de darle una alegría a la hinchada desde el césped. El Granada llegaba a Riazor jugándose una plaza en el playoff de ascenso. Eso pesó, y a la media hora ya vencían por dos tantos.
Tardó en despertar el Dépor. A los 70 minutos Iván Barbero le robó la cartera al guardameta visitante para recortar diferencias. Poco duró la alegría en Riazor. En la siguiente jugada, Manu Trigueros devolvería la ventaja de dos goles al marcador tras un error defensivo de la zaga blanquiazul. Para maquillar el resultado, en el tiempo de descuento Yeremay provocó un penalti y recortó diferencias con un Panenka.
La nota negativa del encuentro, más allá de la derrota, la puso Barbero. El ‘9’ deportivista venía en una buena dinámica. A pesar de salir desde el banquillo anotó en sus últimos tres partidos. Esa dinámica se le cortó al ver la roja directa por protestarle al colegiado. La sanción, de dos partidos, le dejó fuera del equipo hasta la próxima temporada.
El último de La Romareda
Para cerrar el mes de mayo, el Deportivo fue uno de los invitados a la fiesta de despedida de La Romareda. Tras la contienda entre el Zaragoza y el Deportivo, el estadio maño cerró sus puertas para ser demolida y construir en el mismo lugar un nuevo estadio que albergará partidos del Mundial 2030.
En lo deportivo, el Dépor siguió con su tendencia negativa del final de temporada. El Zaragoza venció por la mínima gracias a un gol en propia puerta de Charlie Patiño. Con estos tres puntos, los zaragocistas pudieron celebrar de manera matemática su permanencia el mismo día que le decían adiós a un estadio que les ha acompañado durante casi 70 años.
El Dépor apenas tuvo presencia en campo rival. La acción más destacada corrió a cargo de un Yeremay que salió desde el banquillo. El canario, desde el borde del área, disparó un misil a la cruceta de la portería defendida por Poussin.