Después de cerrar la temporada con derrota ante el Numancia, el Deportivo está oficialmente de vacaciones. O al menos su primer equipo. No habrá más entrenamientos ya hasta que empiece la pretemporada, pero eso no quiere decir que la actividad del club blanquiazul se pare. Porque de cara a la próxima temporada en la 1ªRFEF queda mucho por hacer y hay importantes incógnitas en prácticamente todos los niveles. Por lo que para Antonio Couceiro y el resto del consejo de administración, la rueda no para de girar.
El futuro de Richard Barral y la estructura de la dirección deportiva
Uno de los puntos calientes es conocer qué pasará con Richard Barral. En Soria no fue claro con respecto a su futuro y tiene contrato con el club, pero su labor esta temporada deja dudas, sobre todo en un entorno blanquiazul que exige responsabilidades tras el fracaso. Alfonso Serrano, hasta ahora secretario técnico, apunta a dejar el Dépor para firmar por el Albacete, por lo que la estructura de la dirección deportiva a partir del próximo verano es la primera piedra a resolver para el próximo proyecto.
Rubén de la Barrera y las garantías para continuar
Se espera que una de las figuras que gane peso precisamente en esa parcela es Rubén de la Barrera. El entrenador ha convencido a Abanca en sus primeros meses en el banquillo y se espera que asuma más poder, también en la toma de decisiones con respecto a la plantilla.
En sus últimas comparecencias públicas, el técnico coruñés ha mostrado su predisposición a seguir, pero también ha reiterado que si le van a exigir el ascenso, quiere contar con los mimbres adecuados para ello. La decisión sobre su futuro no debería prolongarse mucho.
Reestructuración de la plantilla y ajuste económico
Y la tercera pata del banco es la plantilla. Muchos de los jugadores que se marchan de vacaciones tienen contrato para la próxima temporada, pero no todos ellos seguirán vistiendo la camiseta del Deportivo. El club tendrá que negociar la salida de los que no cuenten e incluso reajustar los salarios de aquellos que acepten quedarse, pero que seguramente tengan que asumir una reducción de sus emolumentos. Si algo ha dejado claro Couceiro es que la apuesta económica de esta temporada es inasumible.