Cuarenta y cinco segundos tardó el Celta en ponerse por delante tras saltar de la caseta en la segunda parte. El Dépor tuvo opciones de marcar, pero se topó nuevamente con Sergio. El derbi, finalmente, se decidió por detalles (0-2).
La principal duda de Víctor Fernández en el once del Deportivo para el derbi gallego era si optar por el músculo y la resistencia de José Rodríguez o elegir el desparpajo y el desequilibrio de Isaac Cuenca. Uno de los dos ocuparía la banda derecha blanquiazul. La primera medida significaba mantenerle un respeto mayor al Celta de Vigo y a sus habilidades. Reforzar el centro del campo, consciente de que podría ser el equipo visitante quien cogiese las riendas del encuentro y que ahí podrían manejar el tempo del juego. La segunda medida significaba perderle el miedo a un conjunto mucho más hecho y más logrado y ponerle tres lanzas en ataque para que los cuatro defensores sufriesen y no sacasen el balón con criterio desde atrás. El técnico maño se inclinó por José Rodríguez.
Los primeros 15 minutos del Deportivo fueron muy intensos y de mucha mordiente. Con una presión asfixiante, bloquearon las ideas de los centrocampistas celestes, con Celso Borges y Álex Bergantiños siguiendo a su par hasta área rival. En estos momentos, el Dépor creó peligro por medio de Oriol y Cavaleiro, que pusieron en problemas a Sergio, y de un Lucas hiperactivo en ataque. Pasado este tiempo, los de Berizzo comenzaron a dominar, sometiendo a los locales a través de un Krohn-Dehli excelso.
Pidió a gritos el descanso el Dépor y, tras concedérselo el árbitro, se dejó la cabeza en la caseta. Salió desorientado y despistado. Pérdida de balón en campo contrario de Oriol Riera, no para con falta el mundialista Celso Borges al otro mundialista Augusto Fernández, este le da un buen pase a Nolito que se planta en el área dejando atrás a Juanfran y su asistencia a Orellana es oro. El chileno pica la pelota por encima de Fabricio y remacha a portería el brasileño Charles, principal novedad en el once vigués en detrimento de Larrivey. En un minuto de segundo acto, el Dépor ya se encontraba a remolque en el marcador contra un rival que domina como nadie la posesión.
Siguió mandando el Celta después del tanto, pero el Dépor se mantenía en pie gracias a los impulsos nerviosos de Lucas Pérez, sentido como pocos. Impulsos nerviosos y su inagotable calidad. El coruñés participó con acierto en prácticamente todas las acciones que entró en contacto con el balón, aunque también es cierto que pudo acabar el partido minutos antes del final por una patada muy arriba a Orellana. Esa falta táctica en una contra que recordó a la que no hizo el internacional tico en el gol de Charles. Quien sí acabó expulsado fue Alberto Lopo, lento y despistado en la acción que le costó la primera amarilla y poco cabal y muy benjamín en la que le sacó del campo.
Contra diez llegó el segundo tanto visitante, a pesar de que el Dépor aún pudo empatar. La tuvo Celso Borges, pero su disparo impactó en los zagueros rivales. La tuvo Lucas Pérez, pero su centro no encontró rematador. La tuvo Oriol, pero su tiro lo repelió el larguero. La volvió a tener el catalán después de un brillantísimo pase de Lucas, pero su control no salió lo suficientemente amortiguado. Y, mientras, el regalo de Luisinho no lo perdonó Larrivey. El Celta se lleva los seis puntos de los dos derbis de esta temporada.
Ficha técnica:
Deportivo: Fabricio; Juanfran, Lopo, Sidnei, Luisinho; Álex, Borges; José Rodríguez (Cuenca, min.55), Lucas, Cavaleiro (Helder Costa, min.64); Oriol Riera.
Celta: Sergio; Sergi Gómez, Fontás, Cabral, Jonny; Radoja, Krohn-Dehli (Pablo Hernández, min.90), Augusto; Orellana (Álex López, min.76), Charles (Larrivey, min.72), Nolito.
Goles: 0-1. Charles, min. 45. 0-2. Larrivey, min. 81.
Árbitro: Pedro Jesús Pérez Montero (colegio andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Luisinho y a Lucas por el Deportivo y a Charles, Nolito, Sergi Gómez y a Sergio por el Celta. Expulsó por doble amonestación a Lopo.
Incidencias: 30.334 espectadores en el estadio municipal de Riazor.