Brilla y disfruta cuando siente que tiene el control. Pero sufre en cuanto recibe un revés. Así está siendo el Deportivo de La Coruña, un equipo tan capaz de arrollar al rival por momentos si se siente cómodo, como diluido en muchas de las ocasiones en las que detecta que el encuentro no va por donde le gustaría. Porque sí, la capacidad de reacción está siendo el gran debe del Dépor de Óscar Cano.
Con el técnico granadino, el cuadro herculino ha dejado su puerta a cero en el 52% de sus partidos. De los 23 choques, 12 han acabado con Ian Mackay o Edu Sousa sin tener que agacharse para recoger el balón de sus mallas. En un momento de inestabilidad por la actual mala racha de resultados, este dato no es menor. Porque demuestra que el Deportivo ha ejecutado muchas cosas bien para remontar su desventaja de puntos y, aún haciendo la goma, acercarse al liderato.
Pero, sobre todo, refleja una evidencia: Óscar Cano prioriza no encajar. El técnico tiene claro que un escenario en el que pasen pocas cosas beneficia mucho más a su equipo. Precisamente porque a los blanquiazules les cuesta un mundo tener que remar a contracorriente.
Esta sensación, acrecentada en los últimos encuentros, es un hecho que se viene dando ya no solo en la etapa del técnico granadino, sino desde el inicio de la temporada. Pero centrándonos única y exclusivamente en el periplo de Cano en el Deportivo, el equipo se ha puesto por detrás en el marcador en siete ocasiones: contra el Castilla en Valdebebas, ante la Cultural en casa y fuera, en Badajoz, frente al Alcorcón, contra el San Fernando y frente a Unionistas, el pasado fin de semana.
De esos siete encuentros, no ha logrado remontar ni uno y tan solo ha sido capaz de sacar dos puntos. Uno fue en Riazor ante la Cultural, en un gran encuentro que arrancó ganando, fue remontado y rescató un empate (2-2). El otro, en San Fernando, cuando logró darle la vuelta al tanto inicial de Biabiany, pero encajó en la última jugada del partido (2-2). Más que ganar un punto, perdió dos.
Contra el Badajoz encajó sin tiempo de reacción (1-0). En Alcorcón logró empatar con uno menos pero acabó perdiendo (3-1). Y tanto en el Reino contra la Cultu (1-0) como en el Reina ante Unionistas (2-1) se quedó sin respuestas. Con el agravante, además, de que en este último encuentro fue remontado, algo que no había sucedido en toda la temporada. Una nueva manera más de perder.
El denominador común de esta incapacidad para reaccionar una vez se ve por detrás en el marcador se llama partido a domicilio. Pues en Riazor sí ha podido sumar la única vez que se ha visto por debajo en el electrónico: el citado 2-2 ante la Leonesa.
Empates que hacen daño al Deportivo
Pero al Deportivo no le afecta únicamente el verse por debajo en el marcador. El temblor es casi genérico cada vez que le golpean. Porque hasta en 5 ocasiones ha visto cómo sus rivales le igualaban una renta que era favorable. 3 de esas situaciones sucedieron en los explicados duelos contra la Cultural en Riazor, San Fernando en el Iberoamericano y Unionistas el pasado sábado. El balance de esos partidos fue de tan solo dos puntos a pesar de que el Dépor en algún momento de todos esos choques llegó a ir ganando.
Al margen, Algeciras y Real Madrid Castilla también igualaron al equipo herculino cuando este mandaba en el marcador. Ante el cuadro gaditano el Deportivo logró finalmente marcar el 1-2 y recuperar los tres puntos, aunque la cosa pudo haber salido cruz. Frente al filial merengue en A Coruña no solo perdió dos puntos, sino que estuvo a punto de caer y perder el botín por completo. Finalmente, a duras penas, logró empatar (1-1).
Por último, 3 de los 12 triunfos del Deportivo con Óscar Cano en el banquillo han llegado encajando un gol. Uno de ellos fue el citado encuentro contra el Algeciras. Los otros dos se registraron frente al Linares (2-1), el día del estreno del técnico, y ante el Ceuta (1-2). Fueron dos ocasiones en las que el Dépor llegó a ir ganando por dos tantos y, a pesar de encajar, logró mantener el triunfo. Aunque en el Murube fue más cuestión de errores del rival de cara a la meta contraria que de buen hacer deportivista.
De este modo, resulta evidente que el Deportivo solo ha ofrecido respuestas reales a goles en contra ante el Algeciras, al que pudo ganar pese a ser empatado, y ante la Cultural en Riazor y el San Fernando a domicilio. Dos partidos en los que el botín fue de escasos dos puntos. El duelo en Alcorcón fue otro de los ‘sí pero no’ de un Dépor que, como han dejado caer Pablo Martínez o Quiles, está teniendo problemas para reaccionar a las bofetadas. Ese es, sin lugar a dudas, su gran lunar.