Si uno repasa los datos del Langreo, hay uno muy curioso: sus números en el Nuevo Ganzábal. El próximo rival del Deportivo solo ha encajado una derrota como local en lo que va de temporada. Fue por 1-2 ante el Burgos, líder destacado del subgrupo B en la primera fase. En los otros ocho partidos sumó 2 victorias y 6 empates. Este domingo, el Dépor intentará romper esa estadística sumando de tres.
Al Langreo le cuesta ganar en casa, parece obvio: solo lo hizo ante Valladolid Promesas (2-1) y Covadonga (1-0); en otros seis partidos empató. Sin embargo, tan solo el líder Burgos fue capaz de ganar en el césped sintético del Nuevo Ganzábal. Un dato llamativo porque, contando solo sus cifras como local, el Langreo estaría en puestos de descenso al finalizar la primera fase (12 puntos de 27 posibles, 13 goles a favor y 12 en contra).
¿Qué varía el equipo de Ángel Rodríguez en su casa? En cierto modo, su manera de jugar. Aunque en el mercado invernal perdió a dos de sus mejores jugadores: Pana (fichado por el Atlético Levante) y Davo (por el Atlético B), y esto condicionó su estilo, la Unión Popular intenta iniciar más en corto cuando actúa como local. Y lo combina con su habitual juego directo -donde destacan futbolistas veloces y verticales como Ketu o De Baunbag-.
Un registro de antaño
Pero los buenos números del Langreo como local se remontan también al pasado. En la 2019/20, el equipo asturiano sumó 22 puntos de 39 posibles en el Nuevo Ganzábal. No en vano, en las 13 jornadas que pudo disputar allí antes del covid-19, solo Ebro, Melilla, Atlético B y Atlético Baleares fueron capaces de arrebatarle los 3 puntos. Un año antes, en la 2018/19, con Hernán Pérez Cuesta al frente, el equipo langreano hizo 39 puntos de 57, siendo el 5º mejor local de su grupo de Segunda B.