Además de la evidentemente mala situación en el plano futbolístico, donde el equipo no es capaz de alejarse de la zona baja en LaLiga y cayó ayer derrotado en su debut copero, los problemas internos parecen ser de nuevo una constante en el Deportivo.
La destitución de Víctor Sánchez del Amo como técnico deportivista parecía acabar meses atrás con las tensiones vividas en el vestuario, con el madrileño y Luisinho como principales protagonistas. Sin embargo, el propio lateral se encargó hace unas semanas de reavivar ese fuego con unas polémicas declaraciones en las que sentenciaba que «con el fichaje de Víctor, el Betis va a pelear por no bajar a Segunda”.
Gaizka Garitano también ha tenido que lidiar con varios conflictos extradeportivos cuando todavía no hemos alcanzado al ecuador de la competición. El primero de ellos llegó en el derbi de Balaídos, cuando el míster sorprendió dejando a Emre Çolak fuera de la convocatoria. El turco llevaba varios encuentros siendo uno de los jugadores más destacados del Dépor, por lo que llamó la atención que se quedase fuera de la lista para un partido de tanta trascendencia como un derbi.
Días después, Garitano explicaría que la no convocatoria de Çolak no fue una decisión técnica, sino que se debió a que el ex del Galatasaray no cumplió con “los requisitos” necesarios para vestir la blanquiazul. En los días posteriores trascendió que el habilidoso enganche no habría entrenado con la intensidad exigida por el técnico vasco.
El mediapunta ha vuelto a despertar preguntas al quedarse sin jugar en dos encuentros consecutivos, el último ayer mismo en Copa del Rey ante el Betis, pese a ir el Deportivo por detrás en el marcador desde la primera parte. Según ha informado Radio Coruña – Cadena SER, la actitud de Emre ha vuelto a ser inadecuada, al presentarse en el banquillo en zapatillas de deporte, tal como puede verse en la imagen sobre estas líneas.
No ha sido el único lío derivado del primer partido en el torneo del KO. La misma emisora ha señalado que Alejandro Arribas no jugó por negarse a hacerlo como parte de una defensa de cinco, extremo desmentido por el central a través de las redes sociales. El propio Arribas ya había ‘coqueteado’ con la polémica semanas atrás, con un amago de enfrentamiento con Raúl Albentosa durante una sesión de entrenamiento. Desde el club se apuntó entonces que la discusión se debía a un desacuerdo sobre un aspecto del encuentro del Real Madrid en Champions League la noche anterior.
De cualquier forma, lo innegable es que un fantasma tan peligroso como conocido vuelve a acechar Riazor. Y eso que el director deportivo Richard Barral ha subrayado en numerosas ocasiones que el ambiente interno es inmejorable, «una balsa de aceite». Los episodios relacionados con polémicas y conductas censurables ponen en duda esta afirmación. Son ya demasiados los detalles que apuntan en la dirección contraria.