Cada vez quedan menos horas para el Dépor-Celta, para volver a vivir otro derbi en Riazor. Tanto es así, que más de 1.500 aficionados acudieron en la tarde del jueves a apoyar al equipo en el entrenamiento realizado en el estadio.
No solo los aficionados de ambos equipos cuentan las horas para que el balón comience a rodar, también lo hacen los jugadores. Para algunos, como Fayçal Fajr, será el primer derbi gallego. «Jugué un derbi en mi carrera, en Francia. Un derbi significa muchas cosas, para el equipo, la ciudad y la afición», explica.
Preguntado sobre si ha hablado con los coruñeses sobre qué significa un derbi, fue tajante. «No me han contado nada. No tengo que hablar con nadie para saber lo importante que es el derbi, todos los jugadores quieren ganarlo. Queremos ganar cualquier partido, pero mucho más un derbi».
Contra el conjunto de Vigo, Fajr podría jugar en la posición que más le gusta, la de mediocentro acompañando a Pedro Mosquera. «El año pasado en el Elche jugamos varios partidos juntos en esa posición. Si el míster me pone ahí, daré todo para ayudar al equipo. Desde esa posición tienes más presencia, tanto en defensa como en ataque, yo estoy acostumbrado a ayudar y puedo jugar en cualquier posición. No tengo problema en ayudar al equipo y jugar de mediocentro», destacó.
Aunque reconoció estar «enfadado» por la lesión de Celso Borges, «un jugador muy importante». Aunque lanzó un mensaje positivo, «tenemos un grupo largo, con jugadores que pueden jugar en esa posición. No sabemos quién jugará ahí, si el entrenador me pregunta, es la posición que más me gusta», agregó.
Por último, le tocó tratar el tema de los atentados en París. «No me gusta hablar de este tema, a nadie le gusta. Mi familia vive a una hora de París, es una locura. Hay gente que no tiene cabeza. Nosotros tenemos que seguir y dejar a la gente que tiene que cambiar este tema. Me afecta mucho, matar a gente sin razón es de locos», finalizó.