Para Gerard Valentín la pretemporada no está siendo ni mucho menos la que él hubiese deseado. Un año después de recalar en el Deportivo avalado por su buen hacer en el Nástic de Tarragona, en el que destacó hasta el punto de convertirse en uno de los carrileros más sobresalientes de la categoría, la campaña 2018-2019 se presume una temporada clave para el futuro del lateral catalán. Pero las primeras semanas se le están atragantando.
Tras una primera temporada como blanquiazul en la que apenas disputó 282 minutos de juego, con apariciones aisladas en las que acusó la falta de experiencia en la máxima categoría, el descenso del Deportivo a Segunda se le presenta como una ocasión inmejorable de recuperar la confianza perdida. El cambio en el banquillo herculino con la llegada de Natxo González y su apuesta por los laterales en los que prime su proyección ofensiva es otra baza que juega a favor del catalán a la hora de convencer al técnico y ganarse el puesto en el once.
Sin embargo, la suerte parece haberle dado la espalda en esta primera mitad de la pretemporada y amenaza con interferir en su objetivo de alcanzar la titularidad. El de Avinyonet de Puigventós apenas ha podido ejercitarse junto al resto de compañeros debido a unas molestias en los isquiotibiales que lo mantienen al margen del grupo desde principios de la pasada semana. Esta circunstancia también le ha privado de poder participar en los dos amistosos disputados hasta el momento por el Deportivo, ante Fabril y Bergantiños, y todo apunta a que tampoco estará presente mañana en el duelo previsto ante la Ponferradina.
A todo ello se suma la reciente contratación de David Simón, un futbolista con una amplia trayectoria en Segunda que llega con el único objetivo de hacerse con la titularidad y dotar así de competencia a un puesto en el que Gerard Valentín partía como único candidato. La salida de Juanfran rumbo al Leganés, unido a la confirmación por parte de Natxo González de que Eneko Bóveda actuará este año como central, le abrían al catalán las puertas del carril diestro del Deportivo de par en par. Unas puertas que ahora corren peligro de cerrarse de nuevo para él.