Krohn-Dehli llegó al Deportivo durante en el mercado de invierno, siendo un fichaje sorpresa del club herculino, que buscaba en él un futbolista que cogiese el timón de la nave coruñesa en el centro del campo. Tras varios partidos como titular, el danés ha perdido protagonismo y terreno frente a sus compañeros.
Tras confirmarse su llegada a la ciudad gallega, el exsevillista no tardó en entrar en los planes del por aquel entonces preparador blanquiazul, Cristóbal Parralo. El mediocentro fue alineado en el primer encuentro para el que estuvo disponible, disputando 80 minutos de la dolorosa derrota ante la Real Sociedad, la cual le costó el puesto al entrenador. Con la llegada de Clarence Seedorf, el danés se mantuvo en el once titular, jugando un total de 77 minutos en el debut del holandés, en el que el Deportivo volvía a caer derrotado. Parecía que Krohn-Dehli se asentaba en la medular herculina, aunque pronto comenzaría a perder protagonismo de forma progresiva.
En el siguiente compromiso del Deportivo, el exjugador del Celta volvió a ser de la partida, aunque jugó menos que en sus dos anteriores apariciones con la elástica blanquiazul: 63 minutos. A lo largo de esos tres partidos, no se vio demasiado cómodo a Krohn-Dehli, siendo menos participativo de lo que acostumbra, teniendo poca repercusión en el devenir del partido. Ello propició que Seedorf lo relegara por primera vez al banquillo contra el Espanyol, ante el que se quedó sin saltar al terreno de juego.
Ante el Getafe, siendo jornada intersemanal, el centrocampista blanquiazul volvió al once, aunque al inicio de la segunda fue sustituido, jugando 46 minutos en el Coliseum Alfonso Pérez tras una discreta y gris actuación en la primera mitad. Contra el Eibar solo dispuso de los 10 minutos finales mientras que, en los partidos de Girona y Las Palmas, ya no dispuso de tiempo sobre el césped.
Krohn-Dehli ha sufrido una evolución negativa en sus minutos de juego, pese a que en su llegada se preveía que podía aportar numerosas soluciones al Deportivo. Con todavía Liga por delante, el danés aún tiene la oportunidad de contribuir a una salvación que cada vez se antoja más complicada.