El Deportivo puso fin esta mañana a cinco días de concentración en Vilalba y emprendió viaje hacia Tenerife para disputar su último partido de pretemproada: este sábado se enfrentará al Tenerife y vivirá así su prueba definitiva de cara al inicio liguero ante el Real Madrid. En la localidad lucense, la plantilla de Pepe Mel disfrutó de muchas horas de convivencia con el objetivo claro de cohesionar el grupo y convertirse así en una familia unida de cara a una Liga en la que espera mejorar sus prestaciones de las últimas campañas.
Con sesión matinal habitual en el campo de A Magdalena, en el que el Deportivo se entrenó ante la mirada de periodistas y aficionados sin evitar en ningún momento la cercanía con futbolistas y cuerpo técnico, las tardes quedaron para centrarse en la unión de grupo con la ayuda de la psicóloga Patricia Ramírez.
Además, los ratos libres sirvieron también para ver a varios compañeros jugando intensas partidas de billar -con Emre Çolak y Florin Andone como protagonistas principales-, para que los futbolistas disfrutaran del Spa o para que se dejaran ver por las zonas comunes del hotel bromeando con distintos integrantes del club -Barros Botana, cuerpo médico, utileros…-.