El equipo gallego marcó primero y se dedicó a dormir el partido. El Nástic creyó en sus posibilidades y estuvo cerca de llevarse los tres puntos.
Le costó entrar en el encuentro a un Deportivo con necesidad de vencer y convencer a su afición en los partidos de la competición regular. Por calidad se adueñó del balón y, gracias a la línea de mediapuntas, comenzó a crear peligro. Salomão rubricó ese peligro con un buen disparo desde la frontal. El tanto a favor sirvió al equipo gallego, que se olvidó de atacar y comenzó a tocar y tocar sin encontrar el rumbo de la portería rival.
Tras el descanso, la siesta fue total. El Dépor dejó de crear peligro más que a balón parado y fue entonces cuando el Nástic decidió irse al ataque sin temor a encajar cuatro o seis goles. Oliva se jugaba el puesto y los cambios fueron puramente ofensivos. Al poco empató Powel, dejando en evidencia a Aythami.
Oltra decidió cambiar el sistema con la entrada de Riki por Bergantiños y se quedó con un único jugador para robar balones en la medular. El Nástic se hizo con el control del juego y de las ocasiones, a excepción de la errada por Lassad a pase del de Aranjuez. Powel marcó de nuevo y Aythami empató en el 89’ a la desesperada. Muchas cosas que pulir en este Deportivo que se vuelve a dejar otros dos puntos en lo que debería ser un feudo inexpugnable.
UNO POR UNO:
Aranzubia: 5. Poco más pudo hacer en los goles, en los que la defensa blanquiazul le dejó prácticamente vendido.
Laure: 5. Se incorporó dos veces con peligro al área del Nástic, algo que debería intentar más a menudo.
Colotto: 5. El argentino sigue con un juego apagado. Las mejores acciones las tuvo en ataque donde estrelló un balón al larguero y donde también asistió a Aythami.
Aythami: 4. Marcó el gol que igualó la contienda en los últimos instantes, pero defensivamente fue un coladero.
Ayoze: 4. En ataque le quemó el balón en el pie, y en defensa no estuvo todo lo sobrio que debería.
Bergantiños: 5. Mejor en el corte que en la distribución. El canterano fue el primer cambio gallego.
Jesús Vázquez: 5. No estuvo especialmente cómodo en el partido de ayer. Quedó de pivote único casi toda la segunda parte.
Valerón: 6. 90 minutos de nuevo para el jugador de Arguineguín con detalles de superclase. Siempre tuvo un rival encima y en la segunda parte bajó su posición hasta el mediocentro.
Salomão: 7. Incisivo y con desborde, se empeña una y otra vez en regatearse a su par. Acabó fundido y pidió el cambio. Otro golito.
Lassad: 2. Apático y desganado, el franco-tunecino erró la oportunidad más clara del Deportivo tras un pase de Riki.
Riki: 5. Le dio un gol cantado a Lassad en la segunda parte. Como delantero, aunque le dio otro aire al ataque, no aportó lo que se necesitaba: gol.
Saúl: 5. Saltó en la segunda parte por un rendido Salomão y ocupó el costado derecho del ataque del equipo de Oltra.
Juan Domínguez: s.c. Último cambio del equipo gallego para presionar un poco más en los metros finales.
EL MEJOR:
Guardado: 7. Le da un aire especial al equipo por la banda derecha. Mejora las prestaciones que mostró las pasadas temporadas a pasos agigantados.
LAS CLAVES:
Comodidad tras el gol. Después del primer tanto local, el Deportivo se durmió en los laureles y no remató la faena. Así, llegaron las complicaciones.
El Nástic creyó en sus posibilidades. Como dijo su entrenador al final del encuentro, el Nástic estuvo “muy vivo” todo el partido y dio la puntilla en la segunda parte.
LO MEJOR:
Línea de tres mediapuntas. Es, sin duda, el lugar donde más calidad atesoran los futbolistas del equipo gallego. Salomão, Valerón y Guardado pueden hacer creer en sí mismo a esta plantilla.
LO PEOR:
Debilidad local. Riazor no es tan infranqueable como parece. El Deportivo se dejó dos puntos más en casa en un partido que tenía encarrilado desde el gol del portugués Salomão. Ya se han escapado cinco de los doce puntos en juego en casa.
Parcela defensiva. Está visto que el Dépor perdió esa contundencia defensiva que atesoraba las últimas campañas. Los centrales, lentos y confiados.