Lassad Nouioui compareció esta mañana en una abarrotada sala de prensa del estadio Salto del Caballo en Toledo para confirmar su adiós definitivo al fútbol profesional. A sus 32 años de edad el francotunecino se ve obligado a precipitar su retirada a raíz del episodio de fibrilación ventricular sufrido hace poco más de un mes durante un entrenamiento y que a punto estuvo de costarle la vida.
Pese a ello, Lassad asumió con total normalidad el fin a su etapa como futbolista profesional ya que “estaba un poco preparado para dejar el fútbol, tenía que acabar y es algo que no me afecta”. Tras veinte días hospitalizado el francotunecino insistió en que “lo importante es que me encuentro bien, mucho mejor que hace un mes” y quiso restarle importancia a su adiós. “A veces te quejas mucho de la vida y con lo que me ha pasado no me puedo quejar. Me pasó a mí pero puede pasarle a cualquiera. En la vida hay cosas más importantes que el fútbol y ahora toca disfrutar de los momentos que van a llegar”, afirmó.
En lo que Lassad no parece estar de acuerdo es en calificar su recuperación como un milagro y para ello volvió a hacer gala de su particular filosofía de vida. “Parece un milagro, que para mí no lo es, y lo que tenía que pasar, pasó y lo acepto. Es mi destino y solo queda aceptarlo”, apuntó el exdelantero blanquiazul, que también tuvo palabras de agradecimiento para los que le prestaron ayuda en los primeros momentos. “Dios ayuda y esto es decisión de Dios, pero los compañeros y los bomberos también”.
Sobre el momento en el que sufrió el desvanecimiento se limitó a afirmar que “no recuerdo cómo fue, ni lo que pasó, y es mucho mejor para mí”, y que tampoco se conocen las causas que pudieron derivar en esa situación. “Los médicos me han dicho que tengo un corazón muy grande”, apuntó el francotunecino justo antes de agradecer los múltiples mensajes y muestras de cariño recibidos en las últimas semanas. “Es una alegría grande saber que hay tanta gente que te quiere y quiero dar las gracias a todos”.
De esta forma Lassad pone punto y final a una carrera en la que comenzó a destacar en las filas del Deportivo y que posteriormente le llevaría a alcanzar la condición de internacional absoluto con Túnez e incluso disputar la Liga de Campeones con un histórico como el Celtic de Glasgow. Casi diez años en el fútbol profesional en los que reconoció que tanto su mayor alegría como su mayor tristeza habían tenido lugar en su época como blanquiazul. “El año más triste de mi carrera fuel el que bajé con el Deportivo a Segunda División y, un año después, fue el más feliz”, expresó el exdelantero, que llegó a vestir la camiseta herculina en un total de 66 partidos en Primera en los que anotó 11 goles.
Lassad, que deseó que el Toledo recupere el próximo año la categoría y al que espera ver pronto en Segunda, no aclaró cuales son sus planes de futuro más allá de que tiene previsto establecerse en Francia junto a su familia. “No tengo muchas cosas previstas, pero no me quiero comer mucho la cabeza, porque no sé si vamos a estar ahí mañana o después de mañana. Estar con mi familia y disfrutar de todo el mundo. Seguramente encontraré algo que me haga feliz”, afirmó.