Llega a Riazor un San Fernando renovado bajo la batuta de Salva Ballesta. Las dudas en la segunda vuelta del pasado curso y el inicio dubitativo en esta campaña terminaron por cercenar al técnico Nacho Castro hace menos de dos semanas. Y para sustituirlo llegó Salva Ballesta, un técnico de perfil mediático por su condición de exjugador y con experiencias de todo tipo tanto en la tercera como en la cuarta categoría del balompié nacional.
El zaragozano ha llegado a Cádiz con su habitual discurso pasional como método para hacer reaccionar al equipo y dotarlo de carácter. Muy vinculado al ámbito militar, Ballesta logró en su primer partido que su tropa se pareciese al Ejército del Aire.
Porque ante el Sanse, en el debut del nuevo técnico, el conjunto isleño fue un equipo diferente al que había sido en las primeras fechas. Sin ser un de por sí extremadamente combinativo, el San Fernando de Nacho Castro no rehusaba de asociarse en corto para progresar. Algo que, al menos en su primer encuentro, no se vio con Salva en el banco. Con el nuevo preparador, el cuadro gaditano se convirtió en un conjunto mucho más directo. Tanto que alcanzó su pico de pases largos este curso (62) y, por contagio, también de progresivos (94), siempre según Wyscout. El balón más por el aire que por el pasto.
El San Fernando no fue paciente. No buscó elaborar la jugada, sino encontrar al punta o a los extremos con premura. Tanto en ataque posicional como, sobre todo, en transición. Apunta a ser el equipo azulón un conjunto vertical y desde esa tendencia a atacar el espacio buscará dañar al Deportivo en Riazor.
Un campeón de la Champions y un ex poco optimizado
Ballesta apostó en su primer encuentro por un 4-3-3 con Biabiany en la punta. El delantero francés puede jugar tanto en banda como de referencia y a sus 34 años, cuenta con una trayectoria excepcional a sus espaldas en el fútbol italiano. Tanto que llegó a levantar la Champions League con el Inter en 2010. El pasado curso anotó 9 tantos. En esta campaña, todavía no se ha estrenado y apenas ha logrado encontrar situaciones de gol (suma 3 chuts en 5 encuentros). Rodri Del Campo, un delantero mucho más ariete, lleva 2 dianas. Una de ellas, la de la igualada ante el equipo madrileño.
Flanqueando al parisino en ataque estuvieron un Juanmi Callejón que, pese a no tener ya la velocidad de antaño, juega a pie cambiado por su gran golpeo. Y en la derecha, un Gabri Martínez que fue el auténtico dinamizador del ataque isleño. De solo 19 años y llegado del Girona, el extremo atacó una y otra vez la profundidad con movimientos verticales y más diagonales aprovechando el juego largo de su equipo.
Mientras, en el medio del campo, el talentoso Dani Molina y el trabajador Jon Ceberio acompañaron a un Bicho que jugó en el interior derecho. El exdeportivista volverá a Riazor en un buen momento personal, aunque todo apunta a que el nuevo estilo del San Fernando no favorecerá sus condiciones.
Ante el Sanse, los constantes envíos que se saltaron la línea de medios le impidió no solo brillar, sino ni tan siquiera estar cómodo. En 69 minutos, apenas recibió 14 pases. Lejos de la base de la jugada -que ocupa, con acierto, Molina- y en un equipo que no busca que sus interiores reciban, el de Sada parece que estará poco optimizado y no sería descartable que incluso perdiese el puesto en el once.
Un ‘quarterback’ en la defensa del San Fernando
El San Fernando es un equipo con talento del mediocampo hacia delante, aunque todo apunta que Salva Ballesta apostará, por el momento, más por la velocidad que por la pausa en su juego. Y para ello, tiene en José Carlos a su principal lanzador. El exfutbolista de Lugo o Alcorcón fue ante el Sanse el ‘quarterback’ del equipo. Porque buscó una y otra vez con su zurda envíos, principalmente diagonales, como mecanismo de inicio de un juego que quería finalizar pronto. El central intentó 15 pases largos por los 5 de su compañero en el eje Manu Farrando o los 13 del meta José Perales.
Así, su golpeo, fue una de las principales armas ofensivas del equipo de Cádiz. Ante la baja del exdeportivista Luis Ruiz, está por ver si el zaguero pasa al lateral izquierdo para dar cabida a Páez o a Ayala en el eje o Ballesta apuesta por hacer debutar a Goyo Medina, jugador más natural para la banda.
Más allá de su aportación ofensiva desde la línea más retrasada, José Carlos destacó también a nivel defensivo, ya que ganó los 5 duelos en los que se vio exigido. Y es que una de las grandes mejoras del conjunto isleño estuvo en este apartado. Ante un equipo ‘duro’ y que también apuesta por el juego directo, el San Fernando fue capaz de ganar un 70% de sus duelos defensivos (52 de 74). Hasta entonces, su mejor registro era un 66% y su media de la temporada apenas superaba el 50%.
Pese a ello, el Sanse logró cristalizar sus ataques en 11 remates, la mayoría nacidos a partir de situaciones de centros al área. Y es que pese a la mejoría en las acciones ‘cuerpo a cuerpo’, el San Fernando distó de ser el equipo sólido en el que lo quiere convertir Salva. El equipo azul fue poco presionante en el inicio de juego del Sanse, al que trató de orientar hacia los costados para, ahí sí, intentar robar. Pero en ocasiones, ese juego directo le hizo partirse y favoreció que el rival le encontrase la espalda a la línea de medios.
Si el Deportivo mantiene la línea del pasado encuentro ante el Talavera, puede hacerle daño en ese aspecto que Ballesta, seguramente, habrá tratado de trabajar para corregir. Porque su Ejército del Aire es peligroso cuando empuja o cuelga balones a Rodri Del Campo o Marcelo Santos. Pero también tiene debilidades en su trinchera.