El Deportivo cerró el año 2022 con la deseada noticia del regreso de Lucas Pérez a la que fue su casa. El club notificó en plena Nochevieja, a la habitual hora en la que anuncia sus fichajes, la incorporación del delantero coruñés tras llegar a un acuerdo de traspaso con el Cádiz. Se cumplió así el gran sueño del deportivismo, de la entidad y del propio jugador.
Con esa meta ya conseguida, el Dépor se comió las uvas pensando en tres propósitos a cumplir por su primer equipo masculino en este año 2023 que acaba de empezar. Dos de ellos importantes para ejercer como camino al definitivo y trascendental.
Apuntalar la plantilla
Incluso antes de que se haya abierto el mercado de invierno, el Deportivo ya ha oficializado dos movimientos: a la salida de Gorka Santamaría se le unió la citada incorporación de Lucas Pérez durante el 31 de diciembre. Son simplemente los primeros de una lista que será más larga. Porque el presidente de la entidad, Antonio Couceiro, anunció la intención del club de incorporar a tres futbolistas durante el mercado de invierno.
El primero ya es una realidad. Lucas Pérez ocupará el hueco dejado por la retirada de Ibai Gómez y presumiblemente ‘herederá’ su dorsal para recuperar el ‘7’ de la blanquiazul. Pero la rescisión de Santamaría deja ya otra ficha sénior libre que el Dépor buscará ocupar.
El centro del campo y el lateral izquierdo son las zonas más evidentes a reforzar. Aunque para alcanzar las tres incorporaciones, el Deportivo deberá concretar al menos una salida más. En este sentido, Retuerta y Granero son los futbolistas que no han tenido un solo minuto en liga, aunque su situación es diferente. Además, sus escasas participaciones no equivalen directamente a que sean candidatos a abandonar el club durante enero.
Mejorar a domicilio
El hecho de apuntalar la plantilla busca provocar una mejora competitiva en el colectivo. Desde la llegada de Óscar Cano, el Deportivo se ha mostrado muy solvente en casa, pero ha dejado más dudas a domicilio, pese a sus tres victorias en cinco partidos.
Más allá de los accidentales empates ante Cultural y Córdoba en Riazor, el debe del Dépor en los últimos tiempos ha sido su imagen fuera de casa. Porque solo en Fuenlabrada ha ganado con solvencia. Tanto en Algeciras como en Ceuta sufrió de lo lindo para sumar esos seis puntos que ahora tiene en su haber.
Mientras, con Borja Jiménez, la dinámica del Deportivo lejos de A Coruña tampoco fue del todo positiva, pues ganó en Mérida con muchas dudas y luego empató en Vigo y en Majadahonda.
Todo esto provoca que el Deportivo sea el séptimo mejor visitante de la categoría, con 14 puntos. Un botín insuficiente. Tanto es así que el propio Cano ya ha advertido públicamente que el equipo debe mejorar a domicilio.
El ascenso
Los propósitos de apuntalar la plantilla y de mejorar a domicilio solo tienen una meta final: el ascenso. El tercer propósito del Dépor para el 2023 es, sin duda, el más trascendental. Porque después de tres temporadas en la tercera categoría del fútbol nacional acumulando pérdidas, un cuarto año sería demasiado duro para su masa social y para Abanca, dueña del club.
No parece ni mucho menos que la viabilidad de la entidad dependa de ascender, pero resulta evidente la urgencia por acceder de nuevo a Segunda División, donde los ingresos se multiplican exponencialmente y de manera paralela al nivel deportivo.
Después de no lograr meterse en el playoff de ascenso a Segunda en la temporada 20/21 de la reestructuración de Segunda B y quedarse sin ascenso en casa en el último partido el pasado curso, a la tercera tiene que ir la vencida. Para ello, el Dépor, actual cuarto, debe remontar la desventaja de cuatro puntos con respecto al liderato y así subir directamente. O, de no hacerlo, asegurarse un puesto en la promoción de ascenso, que este curso se disputa de nuevo a doble partido.
Sea como sea, el ascenso no es un propósito negociable para el Deportivo en este 2023. Pero solo con paciencia y buena letra logrará llegar a una meta tan grande y compleja.