Luis César sigue sin ganar con el Deportivo, pero reconoce que ha vivido sus días más tranquilos desde que llegó a Riazor: «Yo vi un buen partido del Dépor en el que no le permitió casi nada a un rival bueno de la categoría. Y que por detallitos en los últimos 25 metros no fue capaz de marcar. Hubo aproximaciones claras que no se convirtieron en ocasiones. Pero fuimos un equipo esforzado y es lo que tenemos que mantener. El otro día me fui triste, pero esperanzado. Esta semana es cuando más a gusto he estado por lo que me transmite el equipo. Creo que estamos mejor que nunca. Hablo con los jugadores, percibo conversaciones… es la semana en la que mejor estamos».
Eso si, no oculta que necesitan los puntos urgentemente: «Cada jornada sin ganar aumenta la preocupación. Hay que hacer un buen trabajo y a partir de ahí encontrar el fruto. La victoria se está demorando y cuanto más se demora, peor para todos. Claro que pensaba llevar alguna victoria a estas alturas, pero las cosas vienen como vienen. De todas formas, lo importante no es mi victoria, sino la del Deportivo».
Parece claro que le dará continuidad al 4-3-3, aunque todavía tiene alguna duda sobre los nombres: «El trabajo del otro día fue muy completo. Estuvimos desatinados en el área rival, pero hubo situaciones muy peligrosas. Fuimos un equipo rudo, difícil para el rival. No recuerdo la última vez que el Alcorcón acabó sin sacar un córner. Pero me planteo siempre cambios. Estoy buscando constantemente cómo encajar las piezas. Veis las pruebas, pero no sabéis si es el once inicial, el final, si es el del minuto 60… Si es porque voy ganando o empatando… Hay jugadores que se fueron con sus selecciones y se perdieron 20 días, por lo que también aprovecho para empaparlos de entrenamientos».
Sin tiempo para vivir el derbi
Luis César tiene clara la importancia del partido ante el Lugo. Pero casi más por la urgencia que por la rivalidad del derbi: «Ni me daba cuenta de que será mi primer derbi gallego. Lo afronto con la necesidad de entrar en diciembre con una victoria, enderezar los problemas. Es una anécdota, se queda en segundo plano porque en la situación en la que estamos no podemos pensar en otra cosa que batir rivales. Y no estamos para elegir esos rivales«.
El técnico, eso sí, se muestra feliz por regresar al Anxo Carro: «Fue un año bueno, luchando por la quinta y sexta plaza. Siempre estoy contento cuando visito equipos en los que he estado y si es gallego, mucho más encantado. Es un buen equipo, últimamente con mucha pegada y rentabiliza muy bien sus ocasiones. Tiene jugadores muy buenos como Pita y Seoane, que son referentes».