En las últimas semanas han sido múltiples las reuniones entre LaLiga y la AFE para tratar las condiciones de un posible regreso a la competición. La prioridad de la patronal es acabar el torneo, aunque para ello haya que comprimir el calendario. Sobre la mesa se ha puesto incluso la opción de disputar partidos cada dos días, algo que el sindicato rechaza de pleno. La misma postura tiene Manuel Pombo, preparador físico del Deportivo: «Me parece algo que traspasa el código que tiene el fútbol profesional y todos los estudios sobre la biología y la medicina en el deporte. Todos los marcadores bioquímicos y neuromusculares nos presentan que tras un partido, con la intensidad y agresividad biológica que tiene, se necesita un mínimo de 72 horas para volver a competir. Jugar cada 48 horas es imposible, es una agresión directa a la salud de los jugadores«.
Según él, todo tiene que empezar por un buen «reentrenamiento»: «Un futbolista puede tener un alto índice de resistencia y fuerza, pero para jugar al fútbol necesita un modelo de esfuerzos específicos. Lo que ahora perdemos es ese modelo específico de cada puesto. Vendrán con buenos indicadores, pero no tienen capacidad para generar esfuerzos específicos. El reentrenamiento va a ser para el trabajo técnico-táctico colectivo, que es muy agresivo a nivel muscular. Ahora mismo el jugador entrena, pero no hace frenadas, aceleraciones, saltos, choques, golpeos al balón a alta intensidad…. Hay que unir esos factores. Hablamos de un mínimo de 20 días, aunque lo ideal sería entre 30 y 40 para cumplir un ciclo de regeneración celular».
Riesgo de lesiones y los riesgos del verano
Le cuesta más predecir si se encontrarán con más lesiones: «La incidencia lesional está asociada a la fatiga acumulada por el volumen de partidos y entrenamientos. El parón ayuda a que toda esa fatiga, en muchos jugadores que venían con sobrecargas o desequilibrios, podamos limpiarla. Pero si se alarga perderemos condición física y sí, va a generar cierto tipo de lesiones, pero como no tenemos casuística, no podemos saber cómo van a responder. Eso sí, si jugamos domingo-miércoles-domingo, las lesiones se incrementarán».
Jugar durante el verano es otro de los grandes enemigos de la salud de los futbolistas: «Los organismos de medicina del deporte a nivel mundial plantean que compitiendo por encima de los 33 o 35 grados, el cuerpo tiene graves problemas para disipar el calor acumulado por el esfuerzo y la temperatura externa. Tendría que haber un parón cada 20 minutos para hidratación y el estrés térmico que sufrirían los jugadores sería elevado».
Contacto diario… y tiempo de correcciones
Reveló Manuel Pombo que las charlas con los jugadores son habituales y que, además de las tareas físicas, Fernando Vázquez también le había puesto otro tipo de deberes a sus jugadores: «Como todos los cuerpos técnicos, estamos utilizando las nuevas tecnologías para estar en contacto. Skype, Zoom, el grupo de Whatsapp para el intercambio diario de información… Vázquez les planteó que era muy importante que vieran sus partidos. La toma de decisiones que tuvieron en esos encuentros, para intentar que este tiempo sea de reflexión y mejora. De poner objetivos en la mejora individual».