El central sevillano compareció en el día de ayer en rueda de prensa mostrando sus sensaciones tras la eliminación copera y también de cara al partido ante el Zaragoza.
Carlos Marchena disfrutó el pasado miércoles de su primera titularidad esta temporada en Copa del Rey ante el Jaén, donde disputó 80 minutos ocupando la posición de mediocentro defensivo y portando el brazalete de capitán. El andaluz espera poder ir entrando poco a poco en los planes de Fernando Vázquez, después de haber superado sus problemas físicos.
El veterano jugador debutó ante el Alcorcón en Liga, pero volvió a lesionarse hasta que reapareció en el último encuentro liguero ante el filial del Barcelona. Aseguró haberse sentido «cómodo» sobre el campo ante el Jaén, pese a que hacía tiempo que no jugaba tantos minutos. «Me encontré bien físicamente, sin molestias«, dijo.
«Intentamos hacer lo que nos pidió el entrenador, pero la idea era aguantar, aguantar, aguantar y no supimos quizás por la ansiedad, por las ganas que tiene todo el mundo de demostrar todo el fútbol que lleva dentro. El contrario empezó siendo el Jaén y terminó siendo otro equipo diferente», comentó el sevillano.
El campeón del mundo y de Europa se postula como clave dentro del vestuario blanquiazul, afirmando tener una «buena relación» con el entrenador, aunque también dejó caer que, como en todas las plantillas, «no todos están igual de contentos».
El próximo domingo el Zaragoza visita Riazor. Pese a su inicio titubeante, Marchena sigue considerando al equipo maño «un firme candidato al ascenso», por lo que no puede haber relajación, y menos en casa, donde los coruñeses han mostrado mayor debilidad esta temporada. «Nosotros tenemos esa asignatura un poco pendiente en Riazor y es un buen rival para hacernos fuertes en casa y para demostrar que aquí no se pueden escapar muchos más puntos de los que se han escapado ya«.