Como ya ocurriera en verano, el último día de mercado está siendo una locura para el Deportivo. Por movimientos que llevaba tiempo queriendo concretar, pero también con otros inesperados y que no tienen nada que ver con la voluntad de la dirección deportiva blanquiazul. Así ha llegado el cambio de cromos en la portería. La venta de Oier al Espanyol ha provocado que el Levante quisiera recuperar a Koke Vegas, operación cerrada a falta de anuncio oficial, lo que se ha traducido en la incorporación de Aleksandar Jovanovic, que llega cedido desde el Huesca y ya está inscrito en LaLiga como jugador blanquiazul.
Jovanovic, de 1,90 metros de altura, es un guardameta serbio de 27 años que llegó al conjunto aragonés en 2018. Disputó 12 encuentros en Primera, pero tras el descenso salió cedido al Aarhus de Dinamarca. No ha tenido demasiada participación en los últimos meses, por lo que en enero regresó al Alcoraz y ahora vuelve a salir para completar la portería blanquiazul. Aquí partirá, obviamente, como suplente de Dani Giménez, una situación que ya han vivido Ortolá y el propio Koke Vegas sin poder hacerle competencia.
En principio, no parece que Jovanovic vaya a gozar de muchas más oportunidades que sus antecesores, aunque lo cierto es que Dani Giménez ha arrastrando problemas físicos durante buena parte del curso. Esta semana, y no es la primera vez, trabajó al margen varios días por precaución y no ha sido hasta el último día cuando ha podido entrenarse con normalidad.
Koke Vegas pudo demostrar en la Copa que la portería estaba bien cubierta en caso de que el vigués se lesionase. Ahora le tocará al serbio dejar claro en los entrenamientos que Fernando Vázquez puede estar tranquilo si algún día no puede contar con el veterano capitán deportivista.